La gota fría: causas y consecuencias

Pablo Samper Hernández
Aficionado a la meteorología
www.meteotorrevieja.es.tl

Después de este episodio de lluvias intensas en los que lo más llamativo es el aspecto material, los garajes inundados, coches atrapados, y donde, por fortuna, no hay que lamentar ninguna víctima mortal ni heridos significativos, es interesante conocer las causas del desencadenamiento de este fenómeno.
Gota fría es aquella situación de carácter excepcional producida en el Mediterráneo en los meses de otoño, principalmente finales de septiembre y principios de octubre, en la que se produce el choque de una depresión aislada en niveles altos; para entendernos, una especie de borrasca que actúa «a su bola», sin tener en cuenta la circulación normal de las borrascas de oeste a este, sino que gira al revés, de este a oeste, y sobre todo caracterizada por estar formada por aire muy frío que, al ir cruzando el mar Mediterráneo, que en estas fechas aún se encuentra a una temperatura alta (22-24 ºC), y alimentado por el viento de componente marítimo y la humedad relativa, produce una fuerte inestabilidad; una bomba de relojería que da lugar a estas intensas precipitaciones.
Consecuencia de este hecho es que, si la media anual de precipitaciones en Torrevieja es de 260 litros/m2, sólo en cuatro días se han acumulado 176 litros, casi el 70% del total anual, superando en 2009 ya la media anual con 329 litros/m2, a falta aún de 3 meses para finalizar el año.
Por otro lado, la gota fría ha existido siempre por nuestras tierras, por lo que aquí hablar del cambio climático como el causante de este fenómeno no es acertado, si bien hay una nota curiosa: agosto de 2009 ha sido el segundo más cálido desde hace 100 años, y septiembre de 2009 el más lluvioso desde 1873, por lo que hay una consecuencia directa: a un verano más cálido, mayor riesgo de gota fría. Si bien estamos entrando en un ciclo de calentamiento global del planeta, no es de extrañar que los próximos episodios de gota fría sean cada vez más virulentos, por lo que es preciso ir tomando medidas si no queremos posteriormente lamentar desgracias.
Nuestro crecimiento de población en los últimos años se ha basado en la construcción de residenciales y urbanizaciones que carecen de un buen sistema de alcantarillado, y que sólo se pone de manifiesto en ocasiones así. Además, en la zona de Orihuela Costa, hay tramos de urbanizaciones construidas en el cauce de antiguas ramblas como Playa Flamenca.
Si hay algo contra lo que no se puede luchar ni menospreciar es a la naturaleza. En este caso, la fuerza del agua es verdaderamente destructiva y por eso espero que episodios como el que hemos sufrido hagan abrir los ojos a los gobernantes de nuestras ciudades y tomen las medidas precisas para solventar problemas por colapsos debidos a la mala planificación del sistema de alcantarillado y, por otra parte, estar alerta, ya que ahora es tarde para tirar al suelo todas esas construcciones, ante posibles desbordamientos de zonas anteriormente ocupadas por ramblas y ríos que no están muy lejanos a nosotros y que, como digo, tarde o temprano, la naturaleza, en una de sus demostraciones de poderío, terminará por ocupar.