Se nos ha pasado el arroz

Antonio José Vera Ortigosa
Comisión Ejecutiva Local PSOE Torrevieja

Hace días se incorporó Pepe Sánchez al club de difamadores de Ángel Sáez, esa selecta fraternidad de concejales del PP que, aburridos porque Torrevieja es un edén frente al mar que no necesita de sus servicios, se dedican a vilipendiar al que temen. Para su entrada estelar, ha usado el ya manido tema de la comisaría, y ya que está claro que cualquiera puede intervenir, le importe o no la misma, voy a hacerlo yo también, que sí que me importa.
Creo que lo de la comisaría va para largo. Y el porqué es tan sencillo como que su petición viene de una situación diferente. Desde que Aznar llego a la Moncloa, uno de sus objetivos fue cambiar seguridad pública por privada. Para ello, dejó de invertir en los cuerpos de seguridad del Estado y el resultado fue que, en ciudades como Torrevieja, la delincuencia se disparó y la población atemorizada exigió soluciones nuevas como la comisaría. Pero desde aquel momento hasta hoy la situación ha variado considerablemente.
Por un lado, el triunfo del PSOE en 2004 supuso inversiones de miles de millones en seguridad. El resultado de ello es patente en ciudades como la nuestra, donde la delincuencia se ha reducido a la mitad desde entonces. Este hecho ha puesto de manifiesto también lo que ya sabíamos, que la Guardia Civil, si tiene medios para hacer su trabajo, lo cumple a la perfección. Así que parece innecesario que venga otro cuerpo de seguridad a hacer un trabajo que ya está bien hecho. Además, la Guardia Civil ya ha avisado que no quiere ni hablar de irse porque considera al cuartel de Torrevieja como uno de sus pilares en el sureste español. Por otro lado, la crisis ha hecho que el Gobierno central priorice las inversiones ante la falta de recursos, y al tener Torrevieja cubiertas sus necesidades en materia de seguridad, la comisaría ya no es una inversión necesaria.
Y a todo esto deduzco que hay que añadir algún factor más. Que durante 3 años el PP local haya boicoteado la construcción de la comisaría entregando tarde las escrituras del terreno y enviando proyectos defectuosos ha debido de atrasar el proyecto. La prueba es que la de Gandía, cuyo proyecto empezó al compás que el nuestro, ya está hecha. Allí también gobierna el PP, pero debe de ser que ZP no les odia tanto como a nosotros. E imagino también que el habitual tono chulesco, perdonavidas y bananero del nuestro alcalde con respecto al Gobierno central tampoco haya ayudado en exceso al buen fin del proyecto. Así que me temo que se nos ha pasado el arroz con la comisaría como con otras muchas cosas, y estoy convencido de que la culpa de ello no puede ser del que ha mejorado nuestra seguridad, sino del de siempre.