Esto no tiene nombre nº 417

En los números 414, 415 y 416 de está publicación les he estado haciendo un “corta pega” de parte de un texto anónimo colgado en la red titulado “El contrato social criminal “. Convencido que merece la máxima difusión les dejo el enlace  http://elproyectomatriz.wordpress.com/2008/08/24/contrato-social-criminal/ para aquellos que quieran conocerlo en su integridad. A nadie se le escapa que un nuevo año cae y otro se le levanta, dando rigor a la ley cósmica de los ciclos. Ni que decir tiene, que todos ustedes son diana de mis mejores deseos para el nuevo año que ahora comienza. Yo no ampliaré mi catálogo de deseos personales y me dedicaré a llevar a efecto antiguos anhelos sin resolver. Rescato con mayor vehemencia mi decidida vinculación con el planeta Tierra; eufórico por las nuevas imágenes que nos llegan de los telescopios y las sondas espaciales, mostrándonos la infinita y apabullante belleza del Universo y de nuestra maravillosa Tierra. Desde mi irremediablemente humilde existencia, me levanto en el activismo a favor de todo lo que huela a defensa de la Naturaleza y del Medio Ambiente. El planeta azul no tiene ni puede tener dueño. No es difícil decir que es el SER VIVO que nos alberga; al igual que nuestros cuerpos hacen con nuestras celulitas. Cuando estas tienen un mal funcionamiento patológico o carencia… “pos” se quejan y nos trasmiten dolor para alertarnos de que algo no va bien. ¿De verdad hay alguien, tan estúpido y arrogante que piensa que el planeta no tiene sus mecanismos de curación?. Al igual que nosotros tomamos antibióticos para eliminarnos los virus, ella, la Tierra, solo tiene que sacudirse un poco el polvo y vamos tod@s a “aser leches”. La conciencia ecológica crece de forma exponencial e imparable, de la misma forma que lo hace la red informática. Se nutre y alimenta de nuevas incorporaciones celulares; conscientes, interconectadas y poseedoras de una inteligencia, poder y recursos cada vez más crecientes e influyentes. Aquellos que den la espalda a la madre que les dio el ser, prostituidos por bastardos intereses egoístas, sean naciones, gobiernos, empresas o individuos, están en serio peligro de ser aplastados por una inefable conciencia cósmica inflexible, que apartará todo lo que vulneré las “sagradas” leyes del Universo y de su REAL E INFINITO PODER. A esto, cabe añadir, a propia acción de los que defienden la ecología sostenible como único camino evolutivo posible y no están dispuestos a dejarse chulear aquello que siendo de todos, no pertenece a nadie. ¡Al loro…!

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