Fernando Guardiola
ferguarmo@gmail.com
Como amante de la cultura, me entristeció que poco más de media entrada se diera cita el pasado sábado 16 para presenciar la representación de la obra de teatro clásico «Antígona», que, en una adaptación especial, puso en escena el grupo de alumnos de la Escuela Municipal de Teatro. Quizá sería porque a esa hora jugaban el Athlétic y el Real Madrid, y eso imprime mucha más cultura. En Antígona, obra de Sofócles, que se representó por primera vez en el año 442 a.C., se enfrentan dos nociones del deber: la familiar, caracterizada por el respeto a las normas religiosas y que representa Antígona, y la civil, caracterizada por el cumplimiento de las leyes del Estado y representada por Creón. Además, se establece una oposición entre el modo en que las dos hermanas, Antígona e Ismena, se enfrentan a un mismo problema. Por disputas en la posesión del trono, los hermanos de Antígona mueren y a Polínices, acusado de traición, se le impide ser enterrado, ante lo que Antígona, enamorada de Hemón, hijo de su tío Creón, que se ha erigido en Rey de Tebas, decide enterrarlo, contra la voluntad de su hermana Ismena; lo que da lugar a un desenlace trágico, ya que la misma Antígona es condenada a morir y encerrada en un sepulcro, pero cuando Creón, convencido de su error, quiere liberarla, descubre que se ha suicidado y junto a ella su hijo, y la tragedia se hace aún mayor cuando, al regresar a palacio, le comunican que su esposa, al enterarse de la muerte de ambos, también se suicida. Destaco el trabajo impecable de todos los actores, cuyo reparto encabeza Laura Duque como Antígona; Ismena fue Mª José Ballester; la Nodriza, Choni Hernández; Hemón, Gorka Gómez; los guardias, Jerónimo Manzanaro, Carlos Buades y Enrique Ros; Nacho Vázquez, muy rotundo en su papel de mensajero; asimismo, como Reina actuó Mamen López, el paje fue Antonio Ortuño, y a Creón dio vida el director del grupo y de la obra, Raúl Ferrández; con la presencia en el doble papel de narrador y coro de Víctor Aldeguer. Yeyu Arias se encargó de la dirección técnica. El público asistente, entre el que se encontraban los concejales Eduardo Dolón y Agustina Esteve, aplaudió en pie el trabajo de estos actores, que dieron muestra del buen hacer de nuestra Escuela de Teatro.
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Yo os cuento porque estuvo medio vacio el teatro. Al grupo de teatro municipal se le impide gestionar de forma autónoma las entradas, para destinar su importe a obras o asociaciones con fin benéfico, que sería lo deseable. Al contrario, este grupo de ilusionados amateurs tuvieron que destinar su sacrificio y esfuerzos empleados en los ensayos nocturnos, después de trabajar para que los 5 euros que se cobraron por entrada fueran destinados a beneficio de una asociación privada, Virgen del Rocío, cuyo presidente es amiguito con influencias en el Ayuntamiento. Por tanto, las entradas y publicidad de la obra corrían a cargo de dicha asociación farrullera, compuesta por la jet set de mediana edad de Torrevieja, señores y señoras altivos, que tengo entendido vendieron la friolera de 21 entradas, y ni ellos mismos acudieron!!!! Guau! Se lo curraron, eh!
Por eso nadie se enteró del esfuerzo de este grupo y muy pocos disfrutaron de una obra de teatro magnífica.
Solo puedo decir una cosa, como acriz de la obra anteriormente mencionada me causo cierto impacto que tan poca gente asistiera a la representacion, que gracias al trabajo de los demás actores y acrices y al trabajo de direccion fue maravillosa, pero siempre me queda la esperanza que este 24 de junio asista mas gente, ya que es una representacion con mucho trabajo por parte de todos y que puede gustar a mucha gente.os invito a que asistais y disfruteis de la cultura que existe en torrevieja!