Que tenemos el mejor servicio médico de España es notorio, y no porque lo diga yo; es la viva expresión de la gente, que, salvo excepciones, están satisfechos de la atención que les prestan, tanto en el Hospital como en los distintos ambulatorios. Hoy quiero poner de manifiesto el trato que nos dan en el Acequión, zona de rehabilitación. Allí hay tres personas, que más que humanos, parecen ángeles, por su bondad, ternura y esas manos maravillosas, que te dan masaje, te ponen apósitos, cables y máquinas de rayos. Están comandados por doña M., que hace de oficiante, seguida de sus acólitos, doña R. y el joven A., un muchacho tierno, agradable y atento, que, con suma paciencia, hace repetir los ejercicios una y otra vez, y, cosa singular, recuerda el nombre de todos. Ellas, las señoras, también van de camilla en camilla, dando instrucciones y ayudando. Lo dicho; a veces me pregunto si algunas personas son ángeles y actúan como ellos.
Ya sabéis que Colesterol Teatro ha estado últimamente por tierras de Sudamérica cosechando éxitos, como es ya normal en ellos, y es que estos artistas son gente joven, alegre y desenfadada, y esa euforia y positividad la transmiten al público que siempre e invariablemente, sale de sus espectáculos riendo. Ellos siguen constantemente, con sus ensayos, preparando nuevas obras, ¡¡y dentro de poco viajarán a Alemania!! Chavales, os lo estáis currando «dabuten», aunque a más de uno le pese.
¡¡Seguid así, que el público os quiere y respeta!!
Estamos inmersos en los carnavales de todo el mundo, con esos preciosos modelos llenos de pedrería, luces, colores y plumas. Y pensar que durante el régimen de Franco han estado prohibidos por ser fiestas paganas, según su criterio. Si nos remontamos a siglos atrás, podemos ver los de Río de Janeiro y Venezia.
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