Invisibles… y sinvergüenzas

Fernando Guardiola

Antena 3 emite los domingos, en horario de máxima audiencia, un, le voy a llamar programa, por llamarlo algo decente, en que Blanca Fernández Ochoa, Sofía Mazagatos, Yeyo Llagostera, Miguel Temprano y Álvaro de Marichalar «muestran su experiencia, tras vivir durante diez días como vagabundos sin recursos a modo de periodistas de investigación», o eso es lo que dice la cadena, en la «rimbombante» promoción de tan repugnante engendro. Las personas, que no son pocas en nuestro pueblo, que están actualmente implicadas en ayudar a gente sin recursos, y que realmente viven su realidad de cerca, sin necesitar salir en la tele o tener momentos de gloria con «reality shows» basura, estarán tan indignados como yo por que se utilice la miseria ajena para sacar audiencia y promover a unos pseudofamosos que ya están más vistos que el tebeo en todo tipo de programilla que se haga para darle nombre y que necesitan sacarse protagonismo de alguna forma. Son unos sinvergüenzas, tanto ellos como los que lo promueven. ¡Qué fácil es estar unos momentos en la calle, cuando todos sabemos que les espera un hotel de 5 estrellas! El paripé que montan es sólo pura ficción delante de unas cámaras de televisión. ¿Cuántos dramas e historias personales de gente sin hogar escucha esta gente famosa a la semana? Las suficientes para quedarse tranquilos pensando lo que les van a pagar por hacerse indigentes unas horas. Con estas condiciones, todo el mundo quiere ser indigente por unos momentos. Que dejen de decir que quieren enseñar la realidad social con estos programas, si después no hacen nada por cambiar el mundo de esta gente. Sólo les preocupa la audiencia. Los sin techo son para ellos pura «carnaza» que los alimenta y los hace parecer muy solidarios a los ojos de una audiencia que se traga todo lo que le echen por la tele. En lugar de perder el tiempo con esto, convendría emprender acciones sin necesidad de protagonismo, voluntariado de corazón, dar de nosotros sin esperar nada a cambio. Yo conozco la a gente de aquí que saben la realidad de los sin techo, les acompañan, les dan su tiempo, ganan su amistad y confianza y como los pobres son eso: pobres, pero no «gilipollas», les hiere ver a alguien aprovecharse de su condición para ir de buenos samaritanos y sacarse minutos de audiencia en la tele. Ese programa es un atentado a la ética, a la justicia y la solidaridad social. ¿Dónde se esconden los comités de ética de nuestra televisión? Enterrados en la mierda de la indiferencia, coreando aquello de ¡todo por la pasta!

Artículo que dedico a Alimentos Solidarios Torrevieja y todas las asociaciones que se encuentran implicadas en este proyecto humanitario.

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