Durante un emotivo acto, que se convirtió en homenaje a Quinita Boch, presidenta-fundadora de la asociación Nueva Fraternidad, ésta cedió el cargo a su sobrina, Mamen Mateo. La nueva presidenta dijo sentirse muy honrada, así como con una gran responsabilidad por el cargo, asegurando que Quinita seguirá siendo el «alma mater» de la asociación, aunque a sus 86 años deje el peso de la presidencia en sus manos.
Esta señora sí que es un ejemplo de vida dedicada a los demás y a hacer el bien, ojalá hubiera muchas Quinitas, todos seríamos algo mejores.
Gracias por ser como eres Quinita, siempre estarás en nuestro corazón.
Lo buerno que tiene el cambio de presidenta, es que no significa ninguna clase de cambio. Mamen es de la misma sangre que Quinita, y casi con su misma fuerza (perdona Mamen, pero tu sabes que tu tia es mucha tia)