Recién acabado el Certamen de Habaneras, queremos rendir un especial homenaje a tantos esforzados coralistas y músicos torrevejenses, anónimos y abnegados, que colaboran con su talento y humildad para lograr un mayor esplendor en estos eventos. Son trabajadores normales, que, tras su jornada laboral, van a ensayar sin descanso, porque les gusta, de acuerdo, pero no cabe duda de que son la base de todo el movimiento musical que existe en Torrevieja y que culmina en todos estos magníficos actos que aquí se celebran.
Y es que la habanera es preciosa, con esa melodía cadenciosa, que engancha, no cabe duda, para ser cantada o escuchada en momentos especiales. Ahora, tampoco para estar machacándola todo el día, como a los comerciantes que van quedando en la calle Caballero de Rodas, que entre eso y el crujir de los adoquines cada vez que pasa un vehículo, van a acabar de los nervios. Alguien de la Concejalía debería aprender algo de marketing, para poner la música apropiada a cada momento, como en los supermercados. También para que no les siguieran colando campañas publicitarias los empresarios avispados de pueblos vecinos, con el fin de llevarse a los visitantes hacia sus establecimientos, a kilómetros de aquí. Resulta algo patético, con la que está cayendo, que los comercios locales regalen tickets, con el sello del Ayuntamiento de Torrevieja, para que la gente se vaya a Elche. Son las cosas que pasan en esta Torrevieja divina, donde Cuba se mira y al verse suspira…
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