Víctor Ferrández Esteve
Licenciado en Ciencias Políticas, Secretario de Juventud
y Coordinador Adjunto de Esquerra Unida de Torrevieja
La estrategia de un partido en el Gobierno como el PP de Torrevieja debería tener como objetivos el bienestar del pueblo, la satisfacción de sus necesidades y el desarrollo de sus grandísimas capacidades, para avanzar un poquito cada día en el desarrollo de una sociedad como la torrevejense… Bonita teoría. Se trata de las líneas lógicas del buen gobierno, pero repasemos y comparemos ahora esta teoría con la estrategia en la práctica.
Para alcanzar los tres objetivos arriba expuestos, el primer paso es la creación de un sistema educativo de calidad, donde se desarrollen las capacidades de los ciudadanos desde una temprana edad para que en un futuro puedan desenvolverse en la vida real con una capacidad crítica y constructiva de su propia vida como individuo, pero también de la vida social como unidad de convivencia común. Este desarrollo personal es el único modo de alcanzar elevados grados de satisfacción personal, un proceso que, generalizado a la población como derecho social, se convierte en el cimiento del bienestar de todo su conjunto. Sin embargo, no parece que este proceso se encuentre entre las prioridades del gobierno del PP en Torrevieja. Más bien el objetivo es el contrario, y es que sólo se ponen obstáculos desde todos los ámbitos posibles y de todas las formas posibles, a saber: eliminación de los programas de compensatoria, eliminación de grupos en la EO de Idiomas, reducción de horas para ejercer la función directiva, eliminación de grupos en la ESO, desaparición de los desdobles en Formación Profesional, bloqueo de la convocatoria del Consejo Escolar Municipal de Torrevieja… y una reducción general del gasto en educación no parece la mejor estrategia si lo que se quiere es la mejora de la calidad del ejercicio del derecho a la educación de los niños y jóvenes de Torrevieja. Pero claro, la estrategia es otra, más bien la contraria. El mayor y más claro ejemplo se puede observar en los barracones que, como ciudadano de Torrevieja, he sufrido y padecido, y que parece haberse convertido en el modelo de colegio que la derecha quiere para deseducar un poquito más a la población, ¡¡Esto no se puede permitir!! En IU Torrevieja estamos comprometidos con la educación de calidad. Nada nos preocupa más que el hecho de que nuestros niños pasen frío en invierno y calor en verano dentro de su barracón de turno sin calefacción ni aire acondicionado, ¿cómo preocuparme por aprender cuando no puedo ni dejar de sudar? Luchemos contra ello, la juventud es el futuro y su formación nuestra responsabilidad.
Pues bien, el primer paso de la estrategia del PP de Torrevieja ya está logrado; evitar el desarrollo de ciudadanos críticos. Ahora viene el siguiente paso. Para que el bienestar social, la satisfacción de las necesidades sociales y el desarrollo social se puedan dar, es necesario desarrollar y potenciar mecanismos de gobernanza participativa que favorezcan la conexión pueblo-gobierno y la definición de la políticas que respondan adecuadamente a las necesidades surgidas de esta conexión de una forma limpia y trasparente, por un lado, y la activación de mecanismos de selección democráticos de los altos puestos de la administración que se aseguren la llegada a los puestos de decisión de los mejores y más capaces para poner en práctica las políticas definidas en el proceso de gobernanza participativa anterior, por otro. Una vez más, estamos ante la teoría del buen gobierno y, una vez más, veremos cómo el PP de Torrevieja pone en práctica una estrategia casi perfecta para obtener el efecto contrario. El primer paso es asegurarse de que la ciudadanía no tiene conexión directa con sus representantes políticos, para que, de esta forma, gobernar sea tan fácil como decir «como me votaron hace 4 años… hago lo que me da la gana». Absurdo, ¿no? Pues es la estrategia, y es que eliminar o no poner en funcionamiento las juntas de distrito, el Consejo Social de Torrevieja con representantes de los colectivos sociales, la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones encargada de encausar las sugerencias y quejas de los vecinos, o el órgano para reclamaciones económico-administrativas facilita la estrategia de prometer en una campaña electoral de 15 días y luego no escuchar las sugerencias de mis votantes durante 4 años. «¡¡Bien por la democracia de sordos!!», deben de pensar quienes se benefician de ello. Para nosotros, para IU Torrevieja, la lucha por la democracia participativa es imprescindible para la salud social y por ello pedimos que te levantes y participes junto a nosotros. Pero esta parte de la estrategia tiene otra fase, la derecha de Torrevieja ha aprendido que un alto funcionario elegido mediante mecanismos de elección como las oposiciones libres es un peligro para un gobierno que no quiere escuchar las necesidades del pueblo, y además, pensaron también, que estos puestos serían perfectos para tener aliados y clientes en el Gobierno que oigan, vean y callen. Solución: los contratos de confianza. El resultado: el alcalde elige directamente a delegados como los de Urbanismo y Educación y a diversos Directores Generales o Gerentes, puestos todos ellos claves para hacer políticas públicas con un fin social (que sería la teoría de una estrategia del buen gobierno) o con un fin particular (con una estrategia de un gobierno para mí y los míos).
En resumen, al gobierno particular del PP en Torrevieja le interesa la falta de calidad en la educación por el peligro de un desarrollo crítico y capaz de nuestros jóvenes. El PP tiene miedo del potencial de los futuros electores y de que descubran que participando en la gobernanza y en los puestos de altos cargos de la administración se puede lograr el bienestar social, la satisfacción de las necesidades y el avance de todo un pueblo. De aquí que la generación de torrevejenses que nos encontramos en la edad adulta tengamos la obligación y la responsabilidad de exigir el cambio del egoísta Gobierno representativo del PP de Torrevieja hacia una forma de gobernanza pública con una estrategia de buen gobierno, y ésta es una tarea diaria de participación reivindicativa en política que debe culminar en un cambio de Gobierno en las próximas elecciones.
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