Al día de hoy, nos encontramos con una reforma laboral que no le gusta a nadie y que ha sido sancionada por el Parlamento gracias a la abstención del grupo parlamentario vasco que, lógicamente, habrá pedido la correspondiente contrapartida al gobierno por este favor, ya que, si no es por ellos, no habría salido adelante la propuesta.
El gobierno, ante la pasividad en las discrepancias y posturas encontradas que hubo entre la patronal y los sindicatos durante la negociación de la reforma, se ha limitado cubrir su papel y, como hasta ahora viene realizando, siempre pagan los más débiles y humildes, o sea, los trabajadores, ya que los escasos beneficios de la misma van hacia la patronal.
Los grandes sindicatos de nuestro país, es indudable que han estado a la altura de su incompetencia habitual, mucho salir en la foto y en la televisión, pero a la hora de ser prácticos y defender con eficacia los intereses de los trabajadores, se quedan obsoletos y sin ideas, se piensan que negociar es obtener aquello que ellos quieren sin ceder nada a cambio.
¿Dónde han estado los sindicatos antes de la controvertida reforma laboral y con los graves problemas de los trabajadores, más el gran paro que sufre nuestro país? ¿Donde han estado sus ideas e interés por frenar o colaborar en las medidas económicas frente al mismo? ¿No estarán ahora cubriendo el expediente y justificándose ante la opinión pública con lo de la huelga general por las grades subvenciones que reciben del gobierno (dicen que 400 millones de euros anuales), más los 80 millones que las empresas tienen que soportar para pagar los sueldos de los liberados, que son en nuestro país unos 4.200? ¿Dónde está su contribución a la austeridad y control del gasto que ha propuesto el gobierno? Ésta solamente parece ser que la tienen que llevar a cabo los trabajadores, los pensionistas y los parados, los demás para que van a sacrificarse si ya lo hacen éstos últimos como siempre.
Sabían Uds. que en nuestro país trabajamos mucho más que en el resto de Europa (unas 300 horas por trabajador) y, paradójicamente, somos de los que menos productividad tenemos (habiendo bajado recientemente 9 puntos y aunque ésta puede verse disfrazada en positivo ante la gran cantidad de parados que tenemos). Productividad = PIB/número de trabajadores activos.
Ante entrevistas que a pie de calle han efectuado algunas televisiones, hemos podido apreciar como muchas personas trabajadoras están de acuerdo en que se baje la indemnización por despido y tener una mayor seguridad y calidad en el empleo. Esto debería conllevar una contrapartida para el trabajador, como sería (por ejemplo) una mayor participación de éstos en los beneficios de la empresa, lo que mejoraría los sueldos y, un horario más reducido de trabajo (como en Europa) daría más estabilidad y elasticidad en la contratación de trabajadores. Todo se pude llevar a cabo con una buena voluntad de negociación.
Para defender los derechos de los trabajadores creo que no hay que adoptar posturas radicales, pues, hay que pensar en todos aquellos que tienen un reducido subsidio de desempleo (426 € por familia) y en aquellos que ni siquiera tienen eso, por lo tanto, los sindicatos, creo deberían pensar más en esto y no en huelgas generales.
Carlos García
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