El lenguaje común en su desdoblamiento de sentidos. Paradojas de siempre

La vida parece ya en sí pura paradoja para que se busquen sus contradicciones fuera del sentido común de lo que experimentamos cada día en las variantes de todo lo que se hace, se dice, gusta o disgusta, que pueden interpretarse de formas contradictorias. He pensado, pues, dedicarle esta crónica al fenómeno que caracteriza a la comunicación humana que llamamos lenguaje cuando se diversifica en multitud de sentidos con frecuencia opuestos.
A mi amigo y colega David, que conoce mi afición a los paradigmas del pensamiento, se le ha ocurrido mandarme toda una colección de ellos. Los hay de todo: populares, filosóficos, de antaño y de siempre, y no quiero privar a mis lectores de un puñado selecto: Lo primero que salta a la vista es que no hay realmente diferencias entre ellos, quizás porque la sabiduría no está restringida a unos pocos privilegiados, por lo que muchos de los dichos de pensadores como Pascal o Montaigne resuenan a la sabiduría del sentido común de nuestros pueblos. Ahí va un colofón de algunos debidamente catalogados: Sabiondos de Séneca: «No llega antes el que va más rápido, sino el que sabe dónde va». Jocosos de Groucho Marx: «La risa es algo demasiado serio para no reírse». Tecnológicos, pero del sentir común: «Los aparatos tecnológicos logran acercarnos a los más lejanos, pero nos distancian de los más próximos» o «cuando buscamos respuestas, tropezamos con las preguntas»; y, finalmente, de reflexión sobre lo que decimos, según Schopenhauer: «El silencio es el grito más estruendoso».
No sé qué tienen estos vocablos que empleamos rutinariamente como cuando decimos: «no seas simpático», si bien queremos decir lo opuesto, pues cada cual tiene sus registros que varían según sus gustos. O, ¿por qué será que, como pensaba George Bernard Shaw, tales modismos nos encierran en nuestro mundo oscuro, del que resulta difícil escapar impunemente?

PARADOJAS DIVERTIDAS
El que ríe el último, si no ha sonreído antes, es que no ha entendido el chiste.

BROMAS APARTE
Entre abuelico y nietín:
-Xabiertxu, para tu tierna edad yo ya curraba.
-Abuelico, a tu edad no habré encontrado todavía trabajo.

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