Estreno de «El Regreso» en el Día del Teatro

» Galería de fotos aquí

El Teatro Municipal casi se llenó el 27 de marzo, en el Día Internacional del Teatro, para ver la obra «El Regreso», escrita por Raúl Ferrández e interpretada por el grupo junior de la Escuela Municipal de Teatro que dirige. Antes de dar comienzo la representación, la actriz Mayte Martínez leyó un mensaje de paz dedicado al Día del Teatro. Sorprendió al público en principio el escenario, consistente en un cementerio de un pequeño pueblo francés, a principios del siglo XIX, donde transcurre la trama que, enmedio de brujerías, amores y humor, logró mantener entretenido al público asistente, que aplaudió la obra y a los jóvenes actores.

1 comentario

  1. Para empezar, un Premio Nacional que dice ser de pura sangres, no se puede correr con ponys.

    Después, en el día Internacional del Teatro, en el que se supone todos apostamos por el cambio (lo dijo la lectora del mensaje que sobre para este día universal del teatro había escrito alguien), el teatro (la interpretación, la historia) que se mostró el domingo, durante casi dos horas (toma ya!), fue más de lo mismo: un cuento en el que se suman trozos de otros cuentos, ya creados, con un final supuestamente trágico (también visto anteriormente) y consumiendo nuestro tiempo de espectadores para ofrecernos como única verdad, en el escenario, las bofetadas que se propinaban de vez en cuando (la gente se reía, como cuando el payaso listo en el circo sacude al tonto; no me jodas).

    Solo hubo un actor que, durante la segunda parte de tan tedioso camino, sacó algo de frescura y entusiasmo (hacía el papel de bujarrón y eso ha divertido siempre al pueblo, por el cambio que esa actitud femenina en lo masculino, digo yo). Los otros dos chicos, inhibidos en la voz y en su expresión, tiraron de tópico para estar en la misma onda que la obra. Las chicas, excepto la que más repartía candela, anodinas. Asia, tiene energía y hubiera tenido credibilidad si su papel no estuviera escrito para una mujer ya madura. Ella es una adolescente todavía y no puede tener incorporadas las experiencias que dice tener su personaje en el escenario.

    En fin, creo que no ha sido un acierto el soportar personajes adultos con jóvenes aprendices de actor. Por otro lado, bien por todos ellos en su atrevimiento. Mal por el director que, posiblemente, haya querido no arriesgar su libreto con actores adultos, porque a pesar del premio que dice tener la obra, está falta de la agilidad y originalidad. El texto está lleno de tópicos (que no aportan nada a la pluralidad, versatilidad y riqueza del vocabulario en el individuo: en un informe, de hace dos días, se denunciaba la mayor agilidad y riqueza de vocabulario en la gente joven inmigrante que llega a nuestro país que los autóctonos) que el autor pone en boca de los protagonistas durante toda la obra.

    En todas las épocas de nuestra historia (no se confundan) hemos tenido sabios, intrigantes, putas, doncellas, gañanes, nobles etc. etc… y no por ser de otro tiempo se expresaban torpe y evangélicamente (en “El regreso” sus protagonistas lanzan una y otra vez expresiones relacionadas con el culto religioso: tipo, “Virgen Santa”, “Por Dios”, etc. –no sé ahora si son exactamente estas, pero las pongo para que se me entienda, amén). Me ha gustado la luz, la luz que ha tenido todo el tiempo el cementerio. Luz de luna, luz de noche, luz de aquí deberían pasar cosas. Y no pasaron, no.

    Después de asistir a la inauguración del auditorio del Conservatorio Superior de Música el otro día, a la salida, me quedé como ayer cuando salí de “El regreso”. Aquí no cambia nada: ni la música (un magnífico lugar, el auditorio, en el que en su primer acto merecía una apuesta un poco más exquisita, no radicalmente exquisita, pero sí más plural –la vida existe más allá de las habaneras y la zarzuela- por lo extraordinario empaque que el mismo muestra), ni el teatro. Los políticos “de siempre” tratan de convencernos y nos siguen “alimentando” con los mismos activos culturales de hace años, bastantes años atrás (¿pensarán, como pasaba en los tiempos franquistas que “no estamos preparados”?.: Yo diría que no les interesa el asunto mas bien). Saben que tienen al electorado añejo (de años, de bastantes años) de su parte. El resto también contamos, o ¿no?. Pues eso: más pluralidad en la oferta (de cualquier tipo). El político debe mostrar un abanico amplio de lo que tiene en sus manos (si es que el pueblo no tiene iniciativa para ello). Después elegiremos. Nosotros, todos, elegiremos las distintas tendencias, aquellas que nos hacen más felices, más dignos, más fuertes, más soportable la existencia.

    Manuel Bueno Rubio
    Director de Colesterol Teatro
    Miembro del Consejo Asesor del IMC de Torrevieja

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*