«The nation that destroys its soil destroys itself»
(«La nación que destruye su suelo se destruye a sí misma»)
Franklin Delano Roosevelt
Estimado señor alcalde:
El párroco de la Inmaculada (de Torrevieja) dice que la piedra de la fachada, ahora rota (la que está a los pies de la imagen del Cristo sobre la entrada principal), ya llevaba rota un montón de años… (¡¡si él lo dice…!!). Y la prensa local -alguien se lo habrá sugerido-, que el agua y el tiempo (más de cien años, ahí) han sido la causa de su fractura. Seguramente sea así. (El mismo ruido de los tambores de días antes, Semana Santa, pudo haber sido también…). Pero, en todo caso, un servidor lo captó de forma No-Física : la Causa fue el dolor que esta Semana Santa pasada infligieron a Cristo cuando hicieron descender Su imagen de Crucificado. La de mayor tamaño que el natural, que puede verse siempre, dentro del templo, sobre el muro de fondo de la nave lateral izquierda…
La Forma Penetra El Contenido. Pero la gente que lo descolgó lo hizo con una actitud mucho más de «machada», de algarabía masculina (casi futbolera, me atrevo decir, para dar idea del «cómo»), que de verdadera devoción; y, además, bajo la complaciente -por no decir, complacida (por qué, realmente, tenía la expresión de una gallina rodeada de pollitos)- mirada, directora, del párroco mismo… que todo lo contemplaba desde la plataforma del altar, a medio metro del suelo, como un teniente muy satisfecho del maniobrar de sus tropas…
¿Influía -pregunto- en el ánimo de éstos (dicho con todo respeto: «la tropa») lo que en esos días era la inmediatez de la próximas -ahora ya pasadas- Elecciones Municipales? Sinceramente, yo creo que sí. Es más: si el mismo Dolón, ahora alcalde, había invitado, desde su página en Facebook, a la gente a acudir a las procesiones… ¿cómo no iba a influir?
¡¡¡Ya el Crucificado, en posición horizontal, a escasos metros de su lugar de siempre, sostenido por los hombres, brazos en alto… pareció que, de un momento a otro, Lo fueran a mantear, o a zarandear, como si fuera una bandera!!!
La sensibilidad necesaria para percibir que Le dolía, quizás, un servidor la obtiene del hecho de haber perdido a su madre, un mes antes, en marzo, día siete (una persona religiosa; un ser humano excepcional. La primera mujer, por cierto, según se nos dijo luego, en la Historia de Torrevieja, que extrajo del Sagrario -a requerimiento del sacerdote, por supuesto, y durante la misa- la Sagrada Forma, y la dio en Comunión. Un domingo del verano de 1992). Unido, claro está, a la porción de Fe de la que dispongo… En cualquier caso: lo cierto es que no me cupo duda. Repito: La Forma penetra el Contenido, y Se Le estaba causando dolor.
¡¡¡Por algún sitio tenía que salir, lógicamente!!! Reflejarse, expresarse. De aquí esta nota, que (si bien ella misma es, hasta ahora, subjetiva, puesto que sólo Dios conoce la relación entre Él y sus devotos, sin embargo), sobre todo, aporta una segunda observación, esta vez sí, totalmente objetiva: ¿…El hecho de que la piedra se quebrara el viernes, día veintinueve de abril, ni antes ni después, por la mañana, al mismo tiempo exactamente que, a una docena de pasos, en el Ayuntamiento, se celebraba -él y los suyos lo celebraban como un triunfo de triunfos- el último pleno municipal, de sus veinticinco años -los de D. Pedro Ángel Hernández Mateo- como alcalde de este pueblo, fue coincidencia o fue conjunción? (La piedra llevaba ahí más de cien años y había aguantado una Guerra Civil).
No conozco en persona a los hombres que bajaron y transportaron al Cristo crucificado, pero ellos sí se conocen entre sí: ¿Son -o me equivoco- de los que, efusivamente, se abrazan (o abrazarían) a D. Pedro en cada ocasión que se les presenta (o presentase)? Y conste, repito, que no es que este vínculo haga falta al armazón de esta tesis, aunque ayude a mejor percibirla, PORQUE es un hecho probado que D. Pedro nunca dejó de utilizar la Semana Santa para su «santo» exhibicionismo. Es más: cuando, en la misma semana, de hace un año o dos, D. Domingo Soler, como concejal, quiso ocupar un lugar preeminente en el desfile procesional de la jornada, D. Pedro lo sacó de allí a empujones, sin reparar en la escena que estaba montando, …de un vulgaridad y una bajeza moral difíciles de describir, …, lo que prueba la importancia que para él ha tenido siempre el hacerse rodear de cirios y estolas…
Creo que por eso esperó la piedra (porque la piedra esperó). No creo en las coincidencias. En un Universo creado por Dios, las coincidencias no existen. O existen, pero no son «casualidades», sino que tienen su lugar y su sentido; su plano y su porqué. (Esto es: son Signos, Símbolos y Síntomas, para quién logra entenderlas). DOCE días más tarde, el 11 de mayo, el suelo de Lorca también se quebró (Millones en pérdidas. Nueve muertos. Y sigue habiendo gente viviendo en la calle, sin agua ni luz propias, bajo lonas verdes y blancas, sin cocina, sin urinarios… ¡¡¡Mas, nuevamente, el 11 de septiembre, vuelta a temblar!!!).
¿SÍMBOLO o SIGNO de qué? De lo que TORREVIEJA ha perdido -ya para siempre- bajo el mandato de ese alcalde. Con consecuencias, además, que presentan todas las probabilidades de agravarse, bajo el mandato del nuevo…, su sucesor, «a dedo», usted, señor Dolón.
Sobre lo uno y sobre las otras: sobre lo perdido, y sus consecuencias, el trabajo de describirlos aquí es imposible, por extenso, pero sí puedo avanzar los penúltimos Contenidos: Cancelar el riesgo sísmico. ¡¡¡Vacunarse contra terremotos, podría ser posible!!! En Buena Teoría, teoréticamente: ¡¡¡Existe un método!!! Que nada tiene que ver con ninguna tecnología ultramoderna, pero sí con Teoría de la Ciencia junto con alta Teología, unidas y derivadas en Ecopolítica. Método que pudo haberse puesto en práctica a partir del año 1997, y que, de haberse realizado, por mal que hubiera ido, a día de hoy, las cosas serían tan completamente distintas (no sólo para Torrevieja, sino para toda España, pues Torrevieja era, sólo, un puesto piloto) que, crisis incluida, tendríamos menos de la mitad del paro que tenemos, y un Estado sin apenas déficit presupuestario.
Muy en síntesis: «la Totalidad y el Orden implicado», y, más exactamente: «la Estructura Espiritual del Mundo», sostienen, a la vez y por igual, al Hombre y a la Naturaleza, lo cual significa que ELLA… no va por libre. No actúa por su cuenta; separadamente del Hombre (aunque lo parezca, de hecho, sobre todo a gran escala), sino que, al contrario: constantemente se pliega -a veces con sincronía y plasticidad asombrosas- a nuestros actos, conscientes e inconscientes, en sinergia con la intención que les inspira. Está escrito: «Según es la intención, así es el resultado». De modo que, cuando aquella no es -en el buen sentido de la palabra- «buena», entonces, dicho con ayuda de refranes: «Dios no se queda con nada», es decir, «el que la hace la paga».
Hubo un Método, digo, de cuya realización (o no-realización) se lavaron las manos D. José María Aznar, Dña Isabel Tocino, D. Acebes Paniagua, el señor Zaplana, Dña. María Angeles Ramón Llil, y D. Julio de España, no con razón, porque de sobra sabían que aquí no gobernaban más que vampiros y hombres lobo (políticos, banqueros y constructores-promotores, vaya…), pero sí con derecho, porque para entonces los Ayuntamientos ya tenían traspasadas todas las competencias que legalmente se requerían para haberlo llevado a cabo, o para ignorarlo, que fue lo que ocurrió (varios de los concejales que ahora le sirven, amigo Dolón, formaron parte de aquella interesada desidia. ¿Quiere sus nombres?).
Había un Método, insisto. Pero, aquí, cancelar el riesgo sísmico hoy; vacunar -por así decir- a la Tierra, contra su posibilidad de temblar, ahora, segunda mitad de 2011, en Torrevieja, ya no es posible porqué Ya-No-Hay-Suelo. No tiene. No queda (hay ladrillo y asfalto). Ni hay fondo, tampoco, de medios económicos, que se hubiera requerido…, sino sólo craso enriquecimiento de algunos y deuda municipal monumental para todo el resto. Y ahora, además, rodeada por esta crisis económica mundial, a la que los expertos -no sólo economistas- no consideran cíclica, pasajera, sino interna, sistémica, casi incurable, puesto que, con el estado tecnológico actual, tampoco es posible resolverla mediante nuevas grandes guerras, como, en cambio, sí ocurriera en el pasado con crisis similares.
Señor Dolón, hablando completamente en serio, le digo: ¡¡¡Si usted niega la oportunidad de buscar un «antídoto» a quien, por lo menos, tiene alguna idea de cómo intentarlo (planes y programas incluidos) y continúa en la línea de sus antecesores; o sea, la de: ¡¡¡ En mi casa mando yo, y si quiero rompo un plato!!!, junto con: ¡¡¡Que pasen días y que vengan hoyas!!!, … le aseguro que es sólo cuestión de tiempo que esos modos se sobrepasen a sí mismos (al menos dos de sus concejales ya los tienen sobrepasados desde hace décadas), y caigan en el torbellino de los deseos irreprimibles, cometiendo sadismo o crueldad innecesaria, a sabiendas o sin querer, pero institucionalmente, es decir, contra la población en general, aunque en particular sobre los más débiles… Y éstos son males cuyo, por así decir «peso-específico» (ya lo expuse antaño: por reacción, reflejo y resonancia), tiene la cualidad de conmover la Tierra.
Este suelo ha resistido 24 años de Hernández Mateo, envueltos en 33 de falsa democracia… pero, puesto que no aguanta más, la señal ya ha sido dada (vuelva al comienzo de esta nota, si quiere recordarla). Por otra parte, los conflictos sociales se agravarán seriamente a partir de noviembre, en todo el Mediterráneo. ¿Es que es su deseo llegar a ver a Torrevieja convertida en inhabitable, en, como poco, un setenta y ocho por ciento de su actual extensión, o, hasta ese momento, agobiada por reveses con apariencia de «naturales»? Si la respuesta es «no», debe intentar evitarlo desde YA, pero sepa que para ello tendrá que remodelar bastantes más cosas de las que imagina…, porque encontrar «antídotos» ahora requiere no de mucha, sino de muchísima Sabiduría, Libertad y Sindéresis… dones estos que Usted y sus varios diversos equipos -a excepción, quizá, de una o dos personas-, poseen sólo en grado ínfimo… cuando no nulo. ¡¡¡No olvide que soy vecino, permanente, de Torrevieja desde hace diecinueve años y dos meses: conozco el nivel de cada uno de ustedes!!!
Con todo, y pese al tono de esta carta, el único motivo de la misma es que: LE ESTOY OFRECIENDO MI COLABORACIÓN.
¡¡¡Por favor, no la desprecie!!! Se avecinan malos tiempos. Si no hallo ayuda en usted, la buscaré en el sr. Mariano Rajoy (y si no la obtuviera, encontraré el modo de dar a conocer mi propia historia -quiero decir: desde que llegué a Torrevieja- para que, a su tiempo, toda la gente, de fuera y de dentro, sepan que cada desgracia que los mortifica… tiene causas con nombres y apellidos).
En Torrevieja. 13 de septiembre 2011.
Cordialmente: Andrés Antonio Rodríguez del Tío
A salto de linea (porque de otra forma es imposible), he entreleido un poco de esta «carta» (???).
No diré lo que me parece, pero eso que dice ¿cómo se come?
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