Intorrevieja 26.X.11

Estimado sr. alcalde:

En casi ninguna parte del mundo de hoy se vería a alguien tratar -puesto ante el caso- de tomar una sopa con tenedor, o un bistec con cuchara y cuchillo. Quizás algún niño indio yanomami, de los de la selva amazónica, como mucho… porqué todo el mundo conoce, hoy, dichas herramientas. Los CONCEPTOS también son herramientas. Se usan en el mundo del trabajo del (dar, recibir, producir, intercambiar, etc.) CONOCIMIENTO. Cada área del mismo, y cada disciplina y especialidad tiene los suyos. Vale decir: el Bien o el Mal de los resultados en el trabajo intelectual depende directamente del grado de comprensión que cada operante tiene de, y desde, ellos. Vg.: En Derecho, en Medicina, en Pedagogía, en Economía, etc. etc. etc. etc., sus profesionales, en un primer nivel de formación casi no mantienen relación unos con otros. Pero, en un segundo nivel, comienzan a mantenerlas. En un tercero, las buscan ávidamente, tanto más cuanto mejores especialistas llegan a ser, cada quien en lo suyo. Y en un cuarto nivel, ante todo, se desea -para ver con claridad- disolver las diferencias; reconocer que son sólo aparentes y que tomarlas por reales es -profesionalmente hablando- engañarse a sí mismo. Y aparece Lo Moral, como Sustancia y como suelo… («Dios está detrás de cada puerta que la Ciencia logra abrir», decía Einstein).
En lo Social, por lo del Poder, en el vértice de la pirámide, pretendemos haber colocado, en Democracia, a los Políticos, contra los ricos y los hombres-de-armas que constantemente pugnan (y las más de las veces, logran) instalarse a sí mismos allí. Por supuesto, la Política, como actividad intelectual que es, también posee sus Conceptos, que, según sean de más o menos fundamentales, usados equivocadamente pueden llegar a producir resultados (políticos) semejantes a negar que dos y dos sean cuatro, o pretender tomar la sopa con ayuda del tenedor… Y éste está siendo el caso en Torrevieja… (no digo que sólo en Torrevieja, pues, tal y como reza el dicho, «conoces tu pueblo, conoces tu reino». Pero, en descargo del Partido Popular, puedo mencionar que el señor Rajoy, percatado de algunos vicios, parece estar tomando buena nota y siendo clarísimo al respecto: «NO Quiero División Entre Españoles», le estamos oyendo decir, a diario, con cada ocasión de discurso. O: «Este país no está para conflictos», que ya es eslogan de campaña electoral nacional).
Suponemos que, en nombre de todo su partido, al juzgar por el titular de la noticia dada en «objetivotorrevieja.es» (de 4 de octubre 2011), el sr. Albaladejo, para anunciar que ha sido admitida la querella que en su día interpusiera contra el sr. Domingo Soler, declara directamente: «…un señor que, desde el pasado 22 de mayo, fecha en la que perdió las elecciones…». ¡¡He aquí un ejemplo de uso pernicioso de un Concepto!! No es posible, en Democracia, que un partido que ha obtenido representación institucional pueda ser considerado «perdedor». En Democracia no hay perdedores. Tal cosa sería una contradicción en los términos: Se podrá obtener mayor o menor representación, pero no es posible obtenerla y ser llamado «perdedor», porque la Democracia descansa: ¡¡¡sobre la Certeza universal acerca de la Felicidad en la que viviría el Mundo si todos comprendiésemos que el punto de vista de cada uno sólo puede ser, en el mejor de los casos, una verdad parcial, y que llegar a la verdad completa requiere que muchos otros ángulos y enfoques se combinen y armonicen entre sí!!! De donde: tampoco es correcto hablar de «ganador», para referirse al partido mayoritario, o a las alianzas entre ellos que lleguen a formar gobierno. En realidad, quienes (los políticos que) así lo creen, a lo único que aspiran es -contra toda pureza democrática- a ganar DINERO… DINERO, y privilegios…, cuando la realidad es que, ya para empezar, en la Grecia Antigua, Padre y Madre de la Democracia real, los cargos políticos no ganaban dinero. Lo ponían… (vea, quien no se lo crea: «LA POLIS: Individuo y Estado en la Grecia Clásica», de B. Knauss. Edit. Aguilar. Madrid 1979). SÍ. ÚNICAMENTE GANAR DINERO, que se reparten en la proporción que les permite su sentido del decoro, o su miedo a la cárcel, en el caso de que les pillen. Y punto. «Caben más ignorantes -prevenía B. Disraely, contra las actuales, modernas mayorías, en democracia- en quince que en cuatro»… Sobre todo, aquí, en Torrevieja, donde: ¡¡¡si se suman las abstenciones (o sea: la voluntaria ausencia de quienes no encuentran en NINGUNO de los actuales representantes municipales ninguna cualidad que los haga dignos de su voto), que ascienden al 46’26%, más los votos nulos, el 0’92%, más los votos en blanco, el 1’05%, juntos resultan el 48’23%, o sea, más que el 47’52%, que es lo obtenido por el Partido Popular, que gobierna…!!!
¿Podría decirse, pues, que el Gobierno Político Municipal actual, en Torrevieja, es como «La Casa Comenzada A Construir Por El Tejado»? (¿Sin base, sin cimientos, sin pilares?). Podría, puesto que, si los no-votantes poseyeran representatividad, serían ellos quienes hubieran formado gobierno por mayoría. Por lo tanto: Puede decirse. Y, aún siendo así, sociológicamente, colgando del aire, como está: ¿semejante gobierno se permite zarandeos contra la ciudadanía, o contra la oposición, o contra ambos, cada vez que le viene en gana…? Observado desde un punto de vista extracientífico, puede decirse que tal cosa equivale a ponernos a todos en peligro de muerte, incluyéndose a sí mismos, porque, en esos momentos (de uso gravemente equivocado del Concepto de «Democracia»), lo que podría querer derrumbarse no es la Casa del Refrán, del dicho o aforismo anterior, como es lógico, pero sí TORREVIEJA misma. Y esto ni es exagerar, ni mucho menos mentir, porque cuando un balance oficial electoral muestra que es mayor el número de votos llevados al «Limbo De Los Desaparecidos», por llamarlo de algún modo, qué el número de los que respaldan la existencia de semejante Gobierno… la asociación mental que se produce -natural, espontánea, y, por lo tanto, «legítima», en sentido epistemológico- con el mencionado refrán (en clara alusión a lo intrínsecamente peligroso de los posibles errores de un gobierno tal), parece querernos decir que es el Lenguaje mismo (en su función gnoseológica, de captación de la Esencia; en este caso: de la esencia de una situación), quien nos sopla al oído para advertirnos de que, cuando Ella quiere, y sin que haya cristiano que lo remedie, la Naturaleza actualiza e interconecta sus muchas, diversas, variables, dimensiones y planos, ¿…?, y ¡¡¡ZAS!!!
¿Cuántas veces no han sentido un repentino pinchazo en algún musculo del cuerpo, como consecuencia de algún mal pensamiento que cruzaba por su mente? ¡¡Muchas, ya lo sé!! Ya en 1993, W. Hayles; uno de los principales representantes de la Física del Caos, dejo demostrado que: «…el flujo turbulento se puede representar con el modelo de torbellinos dentro de torbellinos mayores, albergados, a su vez, dentro de torbellinos aún mayores. O sea, en lugar de tratar de plasmar la trayectoria de una molécula individual, como se haría en Dinámica de Flujos Laminares, mejor es representar la turbulencia por medio de simetrías que se repiten en muchos niveles de escala, porque sabemos que los diferentes niveles conectan entre sí mediante «puntos de acoplamiento». En cualquiera de estos puntos de acoplamiento todas las fluctuaciones, incluidas las más pequeñas, pueden causar que el flujo evolucione de manera diferente, de modo que resulte imposible, finalmente, predecir cómo se comportara el sistema».
Tenemos, en español, un antiguo aforismo o sentencia que perfectamente pone imagen a todo esto: «Por un clavo se perdió un herradura; por una herradura se perdió un caballo; por un caballo se perdió un jinete; por un jinete, se perdió un mensaje; por un mensaje, una batalla; por una batalla, un reino». ¡¡¡Por una punta, se puede perder un país!!! También como metáfora se ha escrito que: «El aleteo de las alas de una mariposa en las selvas de Borneo llega a ser la causa de un huracán en las islas del Caribe». Pero sin metáfora, taxativamente: «En una ecuación de infinitas incógnitas (y la Naturaleza lo es), el más mínimo cambio de valor en cualquiera de ellas altera completamente el resultado». Y yo digo que usar la palabra «perdedor» para referirse a cualquier grupo de la oposición es tanto como «cambiar el valor» de la Democracia. Peligrosamente. Peligrosamente, repito…
No hay un solo científico serio, hoy día, que no se eche las manos a la cabeza cada vez que compara la situación de cualquier sistema natural, actual (orgánico o inorgánico), con la de ese mismo sistema hace veinte años. Ni uno. Ahora bien: la Naturaleza no es mucho más material que un Sueño. No vibra en armonías menos sutiles, o más hoscas. Al contrario: cuanto más se sabe de Ella, más se ignora. Al final, la honestidad científica no puede declarar otra cosa que no sea qué «sabe que no sabe» (que «Todo es Mente»); y que ese saber que no sabe, es, realmente, verdadero saber. Lo que implica, por consecuencia, que la única posibilidad que tiene el Hombre de llegar a «saber algo» le llega por su buen comportamiento, y por ninguna otra vía… ¿Quién nos asegura que la brutalidad, que el cinismo de actuaciones como las del sr. Montoro y el sr. Albaladejo, por ejemplo, habida cuenta de la posición psicosocial que detentan, de «cúspide de pirámide», local, no podría mover fuerzas, que, unidas a fuerzas, no puedan, finalmente, llegar a tumbar a un pueblo?
¡¡Actitudes como ésas dan miedo!! 1º: ¿Por qué, si según los geólogos (en activo: catedráticos, de Alicante, por ejemplo, de Granada; miembros del CSIC, etc.), si, según ellos, el periodo sísmico predecible para Torrevieja, o sea, intervalos entre dos grandes terremotos, oscila entre los noventa y los ciento treinta años…, dado que el último grande lo fue en 1828, lo mismo la razón de que no se haya producido ya no es otra que los cientos de millones de Tm. que se han cargado sobre sus lomos, como consecuencia de una especulación urbanística de locos, o sea: en forma de decenas de miles de edificios, de todos los tamaños; los cuales, si bien, en principio, estabilizan el suelo, por su peso, al final, y en todo caso, ocasionarán un reventón mucho, muchísimo mayor, porque la tensión tectónica, presísmica, acumulada será proporcional al retardo…; pero, además, y sobre todo, en este mismo sentido: ¡¡¡también será hipersensible!!! 2º: Y la Filosofía de la Ciencia tiene demostrado que cualquier pensamiento que no pueda ser considerado sublime y sagrado, es, ya, de hecho, un peligro, porque los pensamientos, que surgen de la mente, llenan la atmósfera con ondas de energía, que llegan a ser realmente poderosas… O como lo dijera M. Planch: (para bien o para mal) «En un Universo, a la vez real e irreal, cualquiera puede reunir un haz de fuerzas, capaces de cambiar el mundo». Y 3º: Porque «haces de fuerzas», o «puntos de acoplamiento», como los denomina W. Hayles, existen por todas partes: conversen, si no, diez minutos con cualquiera de nuestras abuelas, aquí, en Torrevieja, sobre sus plantas y flores, a las que tanto aman, y las oirán decir que a las plantas basta con hablarlas, o con rezar el Rosario cerca de ellas, para tenerlas siempre contentas, frondosas y brillantes.
¿Más ejemplos?: La Gaceta de Lugo. Febrero 2007. Titular: «Un niño ensordece durante su sueño». L.L.V., de siete años de edad, pierde el ochenta por ciento de la audición de su oído izquierdo, durante un sueño en el que, yendo de cacería, por el monte, con su padre, como un animal -muy grande y peligroso, pero al que no pueden ver-, les asusta y les hace huir, se refugian en una cueva…, y ya desde el interior -siempre en el sueño-, viéndose descubiertos por el animal, el padre, con el niño pegado a su costado, dispara repetidamente, tiro tras tiro, contra aquel, hasta que el niño despierta gritando… Tras exhaustivos exámenes, el equipo médico del hospital… diagnostica que la lesión no es irreversible, y que, dada la edad del paciente, seguramente curará, con el tiempo y por sí sola, sin necesidad de intervención. ¡¡He ahí a lo irreal, un sueño, triturando lo real, un oído interno!!
Cada vez es mayor, en número y en gravedad, la lista de desastres naturales, pero también aumenta la literatura científico-natural, matematizada, que está permitiendo añadir nombre y apellidos humanos -el de personas concretas- a la lista de las causas de tantas sequías, inundaciones, hambres y epidemias como han azotado y siguen azotando el mundo. Sobre dicho particular, que yo sepa, de momento, no hay matemáticas que hagan lo mismo con el caso de terremotos. Pero, como la Tierra es un organismo, no un mecanismo, estoy seguro de que, en el transcurso de esta década, veremos buenos artículos científicos, dando muestras de lo sutil, pero, no obstante, eficiente, de las relaciones entre, por ejemplo el terremoto de EEUU del día 23 de agosto pasado y el anuncio, en ese preciso momento, de la retirada de los cargos contra Dominique Strauss-Kahn, por parte del fiscal de New York, Cyrus Vance, exculpándolo de la acusación de abusos sexuales e intento de violación a la camarera del Sofitel-Hotel, de Manhattan, Nafissatou Diallo.
Y, en resumidas cuentas: Quiero creer que nunca tendré que pensar en esta clase de relaciones para referirme a la Torrevieja del futuro, porque, me guste o no, las circunstancias me obligan a vivir aquí… Pero, honradamente hablando, habida cuenta de lo que veo y oigo…, ¡¡tampoco me atrevo a descartarlo!! Y así, por lo tanto, para quienes quieran pensar, de mí, que la causa de estos textos no es sino mi particular paranoia sobre el riesgo de terremotos… pues sí, les digo que sí; que es posible. Pero también les digo que -de hecho- rezo para que se quede en eso, en sólo pura paranoia… porque a nadie se nos escapa que, cuanto más deteriorada está la Tierra (que es el mundo humano y no el mundo natural, en cada vez mayor medida; según la prensa: hacia diciembre, ¡¡siete mil millones de egoísmos, ya!! ¡¡Se dice pronto!!)… con tanta mayor imprevisibilidad actuará, también Ella, contra nosotros, es decir: en defensa de Sí Misma, como lo haría cualquier organismo vivo…, y con la misma violencia con la que se le ataca…, o aún mayor, si lo siente necesario.

Andrés Antonio Rodríguez del Tío
Torrevieja. 17-10-2011