Ahora sólo soy una mexicana que es feliz en Torrevieja

Amapola Prado

Hoy 27 de enero es mi último día como presidenta de ASILA, y realmente me voy feliz, pues mi conciencia me lo expresa así. Sé que «no soy monedita de oro para caer bien a todos», pero mi yo interno sería el primero en decirme «fallaste», y, gracias a Dios, me dice «trabajaste con ahínco, con una pasión al servicio», y eso es lo que me da fuerza para dejarla.
Las cosas parecen fáciles cuando están hechas. Yo tomé ASILA de manos de un grupo de gente que, como yo, eran luchadores del servicio. Ellos pensaron en una ASILA latinoamericana e hicieron lo mejor con los medios y experiencia con la que contaban. La ex-presidenta anterior, Estela, luchó para lograr las subvenciones y reconocimiento de ASILA en Torrevieja. Hizo un gran trabajo. Cuando ella me invitó en 2007 a ser parte de ASILA, contaban con 300 socios y un maestro.
Yo la entrego 5 años después abierta a lo que la humanidad ahora demanda, no cerrar puertas como fronteras, ni ghettos, con casi 4.000 socios y 15 maestros, habiendo ganado un reconocimiento en toda Valencia, además de haber sido vocal del Foro Valenciano de Inmigración. ASILA está ahora inscrita a nivel nacional.
Siempre he contado con el cariño de toda la prensa y llegamos a salir en las páginas del Comité Económico y Social Europeo, en toda Europa y el periódico de Caritas de Europa.
Ahora dejo esta bandera como todos los fundadores soñaron, muy alta. Y espero que los que me sucedan siempre trabajen por el bien común, y no el propio, que el trabajo sea para todo aquel que necesite ayuda, que no se vuelvan a hacer ghettos de países o de grupos dividiendo.
Logramos romper las barreras de la religión, color, lengua, continentes, que nos desunieran, logramos ser una piña, ser ASILA, y trabajar por la integración en Torrevieja, apoyando a nuestras autoridades en todos sus actos y a toda aquella asociación que nos necesitara o invitara a apoyarla.
Nunca he querido ser alguien importante, pues si te preguntan quiénes fueron los 5 Óscars de estos últimos años, tal vez no sepas contestar, o quién fue la Miss Universo desde 2003, o quiénes fueron los Premios Nobel de 2005, tal vez no lo recuerdes o ni lo sepas. En cambio, sí RECUERDAS a aquel maestro que te hizo estudiar, o a algún amigo que te hizo un servicio, o a algún vecino que te sacó de un apuro. A ésos sí los recuerdas. Ésos no eran importantes, sino valiosos para ti. Pues ésa fue mi meta en Torrevieja, que recuerden mi nombre por alguien que trató de luchar por la integración de todo el inmigrante, de sumar esfuerzos siempre, no restar nunca, y luchó por ser una torrevejense más.

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