La noticia de hoy, a través de un medio de información provincial, es que varios concejales del PP de Torrevieja, entre ellos el concejal de Hacienda y diputado provincial señor Albaladejo, perciben «18 euros el minuto de trabajo por asistencia a reuniones de la Junta de Gobierno».
Las Juntas de Gobierno están retribuidas con 225 euros, y 292 euros si se ejerce la presidencia. Desde el inicio de la legislatura actual hasta finales de diciembre, se han celebrado de 4 a 6 reuniones semanales. En su mayoría, no han durado más allá de los 15 minutos. Lo curioso es que sólo cobran los concejales que no tienen dedicación exclusiva como concejales. Al parecer, y con diferencia respecto a otros municipios, en éste no se incluye a miembros de la oposición, siendo este órgano colegiado el más importante de la administración local después del Pleno.
Por eso, no me extraña ahora aquel polémico correo electrónico que emitió un concejal, también ahora sin dedicación plena, en el que decía lo interesante de convocar más reuniones de órganos colegiados para hacer «caja» y porque además le hacían falta «cuartos». El concejal emisor del correo fue Sánchez y el receptor fue el concejal de Hacienda, señor Albaladejo.
Como, por error, ese correo no fue sólo a los dos concejales sino al resto de corporación, se terminó enterando el propio alcalde, y, ante la repercusión que había tomado el tema, decidió tomar una solución «salomónica», que fue castigar a la oposición. Ha determinado castigar a los portavoces, que son 3 en la oposición y uno solo del PP. Ya ha anunciado que reducirá la percepción de la junta de portavoces de 188 euros/reunión a 0,50 euros/reunión, dejando intactos los importes económicos del resto de reuniones de órganos colegiados.
Lo realmente asombroso y paradójico es que, en una situación que ha sido provocada desde el propio equipo de Gobierno por concejales con nombre y apellidos, no sean reprendidos y castigados por sus correos e incluso obligados a presentar la dimisión. Pues no, la situación es tan kafkiana que el alcalde decide castigar a la oposición por solicitar la dimisión de tales personas.
Desde mi opinión, esto nos está demostrando que, por mucho que se esté empeñando Rajoy en transmitir a los españoles, y en especial a los ayuntamientos y comunidades autónomas, el ahorro, la eliminación de gastos superfluos e innecesarios y una austeridad espartana a estos organismos, tales soflamas les entran por un oído y les salen por el otro.
Señor alcalde, hay que ser valiente y rotundo en las acciones de gobierno, y si hay que destituir a alguien, hágalo, elimine esas percepciones por asistencias a los órganos colegiados y déjelas también a 0,50 euros por sesión, al igual que las de portavoces. Sean honestos y no jueguen con el dinero público nunca jamás. Aquí no debe valer todo.
Joaquín Garrido Mena
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