Después de casi un año, la fachada de la Iglesia de la Inmaculada ha recuperado su estado original. Las obras de reparación del voladizo que sostiene la imagen del Sagrado Corazón han finalizado y la talla de piedra se ha reubicado en el lugar que ocupaba en el frontal de la fachada. Hasta que las obras se iniciaron en abril, la imagen ha permanecido atada con cuerdas por seguridad, tras desprenderse el voladizo sobre el que se suspendía.
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