14N, otro dulce fracaso

Como la situación esta llegando a un punto insostenible, voy a llamar a las cosas por su nombre y dejarme de monsergas. La huelga del pasado 14N fue, en conjunto, un fracaso. Como ya lo fue la del 29M, la de 2010 y la de 2002. El objetivo de una huelga general es paralizar un país, y si no se consigue se convierte, en mayor o menor medida, en un fiasco.
Una tras otra las vemos fracasar, pero las siguen convocando, sin pararse a pensar que la realidad laboral española tiene sus particularidades y que lo que funciona en otro sitio no tiene por qué hacerlo aquí. Tienen que comprender de una vez que España no es Alemania y que la mayoría de nuestro tejido laboral no está compuesto de obreros de medianas y grandes industrias donde los sindicatos están perfectamente implantados y si levantan un dedo el empresario tiembla. Tienen que asumir que nuestro tejido laboral esta compuesto en su mayoría por autónomos sin derechos laborales y por asalariados de empresas minúsculas con contratos basura, que trabajan bajo la espada de Damocles del despido (virtualmente) libre, y que viven sometidos día tras día a los caprichos personales de unos empresarios a los que la impunidad convierte en caciques. Hasta que no tengan claro esto, seguirán quemando cartuchos a ciegas y tensionando la cuerda inútilmente.
Asumamos que lo que predomina es el «sálvese quien pueda» y actuemos en consecuencia. Asumamos que un autónomo no se movilizará por un sindicato mientras no vea en él una solución a sus problemas. Asumamos que el empleado de la tienda de la esquina no hará huelga si no tiene garantías de que si le despiden por reclamar sus derechos encontrará otro trabajo en un tiempo razonable. Sólo entonces entenderemos por qué aquí las huelgas generales fracasan una tras otra y por qué, mientras, los otros, los que han provocado esta situación, los que medran y pretenden cambiar nuestro país a su antojo aprovechándose de ella, siguen y siguen esquilmándonos impunemente.
Tenemos que dejar de lado lo que no funciona e intentar «customizar» la lucha, buscar nuevas soluciones imaginativas que se adapten a nuestra idiosincrasia y le hagan verdadero daño al gobierno. Nos enfrentamos a unos hipócritas desalmados a los que sólo les importa lo que les afecta personalmente a ellos o a su fuente de poder y dinero. Y tenemos que darnos a las manos y encontrarlas pronto porque el tiempo se nos acaba y cada día que pasa el número de víctimas y de daños colaterales es mayor.

Antonio José Vera Ortigosa
Ciudadano harto

2 comentarios

  1. haya algunas cosas del ayuntamiento de torrevieja que no se explica que los habitantes de la ciudad no hayan reclamado a su consistorio. Una es el tema de las facturas de agua, que son enormemente elevadas,porque sin haber gastado una sola gota de agua en tres meses, se pasan facturas de cerca de 35 euros al trimestre, porque en dichas facturas se aplican conceptos como conservacion del contador-basuras-canon saneamiento–alcantarillado-iva.cuota de servicio para clientes que no han gastado una sola gota de agua.Asi salen facturas de mas de 40 euros al trimestre.como es posible que se cobren esas facturas cuando muchos clientes de aguagest, se pasan meses sin ir por Torrevieja, facturas trimestrales sin ningun consumo. Por favor un poco de consideracion,en concreto las facturas de la luz, si no hay consumo, te cobran el minimo a facturar. Es que los ediles de torrevieja pueden permitir este abuso en las facturas del agua?

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