¡Qué tranquilidad me da el ver que en Torrevieja, se toma «el toro por los cuernos» -podríamos decirlo de esa manera-, el saber que estamos en una zona sísmica y que no escondemos la cabeza, como los avestruces, como hacen en otros lugares! Lo mas fácil es decir de que no pasa nada y que cada quien se apañe como quiera. Me da terror sólo de pensarlo.
El hacer conciencia a los niños y a toda la población de que estamos sentados en una zona de estudio, la Vega Baja, porque se ha visto afectada históricamente por diversos terremotos destructivos, siendo el más notable el ocurrido en 1829, con intensidad epicentral de 6.5 grados (R) y X (MSK), que destruyó casi totalmente Torrevieja. Todo esto se puede leer en Internet para el que dude de dónde vive. Es de felicitar a las autoridades el que se esté capacitando a los niños de cómo poder salir mejor librados de una situación tan fuerte como es un terremoto, que es muy distinto a una evacuación por incendio. No tienen nada que ver una con otra y creo es la primera vez en España que se llevan a cabo estos simulacros. Se ve la madurez de nuestras autoridades, a quienes hay que dar las gracias, primero por pensar en los niños como tales, pero además por ser conscientes de que no hay mejor forma de llegar a todas las casas que esos niños capacitados, ya que son los mejores comunicadores de la realidad.
En México viví, como ya escribí anteriormente, varios terremotos, pero hasta que no tuvimos el de 1985 no fuimos capaces de centrarnos en nuestra realidad y empezar a copiar a Japón capacitándonos, haciendo simulacros periódicos, y ya se hacen a nivel nacional. Cuesta mucho trabajo el concienciar a las personas de cómo pueden salvar su vida en caso de un sismo.
La experiencia tan tremenda del terremoto en Lorca en mayo de 2011, o sea, ayer como quien dice, fue un ejemplo de lo mal preparados que estamos todos, desde las autoridades hasta los ciudadanos, para gestionar una situación de emergencia sísmica, la cual rebasó a todos.
Pero Torrevieja ha hecho conciencia, ha formado un GRUPO DE PREVENCIÓN SÍSMICA, el cual a su vez está formando a la comunidad voluntaria, invitando a todos los colectivos sin importar nacionalidad, ni idioma, únicamente las ganas de participar en este plan tan ambicioso, de gestionar mejor una emergencia sísmica. Dije mejor, no totalmente, ya que la naturaleza nos machacará siempre.
En esta capacitación cívica, se formaran grupos de rescate de distintos sectores de la población llamados GREC. Mi experiencia tan maravillosa y triste a la vez -porque se trataba de trabajar en un desastre incontrolado- fue ver que los grupos voluntarios trabajaron mano a mano con las autoridades y ejército, sin haber sido capacitados, sólo con la camiseta de ser humano consciente de las necesidades y angustias que estaban viviendo otros. Ejemplo en vivo, entre ellos, fue el gran PLÁCIDO DOMINGO, días enteros estuvo trabajando en Tlaltelolco con el pueblo, pero esto generaba desorden y malas acciones que podían haberse mejorado si en ese momento hubiéramos estado capacitados.
Las reuniones informativas que está llevando a cabo este Grupo de Prevención Sísmica son dignas de mencionar, ya que están involucrando al ciudadano de distintos sectores profesionales, exponiéndoles la problemática que genera un terremoto, y enseñándole cómo optimizar esa colaboración de la sociedad, para que no se pierda el esfuerzo que esto genera en acciones no controladas y mal llevadas, como suele suceder. Olé por todo esto.
El ir este GPS a los colegios para observar el procedimiento de los simulacros, que se han venido llevando desde el año pasado en las escuelas, y después teniendo juntas con los directores para hacer una evaluación crítica positiva de lo hecho, y cómo se puede mejorar, es la forma más honesta de trabajar contra lo que se nos puede venir, todo lo que se haga a favor de simulacros será ganancia para salvar nuestras vidas, de eso estoy segurisísima, diríamos en México. Pero además, ahora se ve que Valencia toma nota y viene a unirse a un simulacro en el cual nos sirve como escenario de una triste realidad que podemos vivir en cualquier momento, un terremoto, estas prácticas servirán para no improvisar en una crisis, y para darnos cuenta con antelación de las instalaciones que pueden ser útiles, cuáles corren más riesgo, dónde se deben instalar las tiendas de campaña para los albergues, donde se pondrán los servicios médicos, cómo se lleva un control informatizado de las gentes afectadas y dónde están ubicadas, ya que es una de las angustias de las personas, al saber que hubo un sismo y no saber dónde está mi familiar… Nos servirá para un sinfín de tareas que casi siempre se llevan a cabo a última hora.
Dar gracias a la Concejalía de Policía y Seguridad Ciudadana de Torrevieja, y al GRUPO DE PREVENCIÓN SÍSMICA, por lograr hacer conciencia en España de llevar a la práctica bien hecha de simulacros en escuelas, instituciones de minusválidos y escuela para adultos, darlas gracias cuando la gente se lo merece, por lo bien actuado, aunque sea su trabajo, es enriquecernos, estoy convencidísima de ello, pero asimismo digo que nos falta el paso más grande, un salto, el que nuestras máximas autoridades participen con la ciudadanía, como es la capacitación de evacuación de todas las instalaciones gubernamentales para un sismo, organizando un simulacro, se tiene que tener conciencia de que no sólo se debe de participar en la Semana Santa, en el Carnaval o la Feria de Mayo, sino en hechos más importantes y dramáticos como es prepararnos para una catástrofe, pues ellos están tan expuestos como nosotros, a sufrir las consecuencias de un terremoto, pero mas que nada para poner el ejemplo a la ciudadanía, pero para eso se necesita voluntad política con conciencia.
Amapola Prado
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