Poca vergüenza y falta de ética en el PP de Torrevieja y Alicante

Ángel Francisco Rebollo Gallego
Candidato en las últimas elecciones a la presidencia del PP

Lejos de asombrarme, porque a estas alturas ya no me asusto de nada en el partido en el que he militado siempre, me desayuno con una noticia harto sorprendente en el Diario Información. En ella se cuenta que al parecer, y lo explican con todo tipo de detalles y fechas, la Dirección Provincial del Partido Popular de Alicante dio el visto bueno a la candidatura encabezada por Eduardo Dolón indebidamente por doble afiliación de un miembro de su candidatura.
Hay que joderse, hablando claro y perdón por el abrupto, con lo que nos hicieron pasar acusándonos falsamente de lo que no pudieron ni podrán probar nunca, sencillamente porque nosotros no éramos los que estábamos haciendo trampas, sino el candidato Eduardo Dolón y su equipo, con el beneplácito del Coordinador Comarcal Adrián Ballester y el Secretario General Provincial José Juan Zaplana. Éstos intentaron impedir por todos los medios que hubiera elecciones internas en el PP de Torrevieja, al igual que se hizo en casi toda la provincia aludiendo a la búsqueda de consenso.
Lógicamente, mentiría si dijera que no sé por qué lo hacían, pero la verdad sólo tiene un camino y en este caso escogió el del miedo. Miedo a que alguien pudiera comprometer parte de su estructura elitista de poder dentro de nuestra organización. Es decir, miedo a perder la poltrona.
Con esto no descubro nada nuevo, pues media Torrevieja pudo darse cuenta fácilmente, y la otra mitad ya lo sabía. Y parece mentira que, el Secretario General Local Joaquín Albaladejo, que además es miembro del Comité Provincial de Ética que preside Pascual Díaz, Alcalde de Petrel, y que arrojó todo lo que quiso y más acerca de mi candidatura en una rueda de prensa en la que dio por finiquitado el asunto invalidándola y, sin que se hubiese pronunciado aún el Ejecutivo Provincial del Partido, ofreció a los medios de comunicación el piscinazo informativo de que no habría elecciones internas en el PP de Torrevieja. Y eso ético, lo que se dice ético, no es. Y desde Alicante callaron y continuaron con el juego, su juego. El doble juego de pedir que hubiera elecciones y por otro lado impedir a toda costa que se celebraran.
Pues sí hubo elecciones y me pude presentar porque después de todos los impedimentos conseguí que el Secretario General Provincial me firmara un documento validando mi candidatura, y además también por escrito rectificó sobre unas anomalías que nunca existieron dándome la razón en todo. De los Buro-fax que yo le envié todavía no he obtenido respuesta, así de diligente es nuestro PP alicantino.
Quisieron dar a entender que Eduardo Dolón nos perdonaba la vida y que había elecciones porque él lo había pedido expresamente, o eso es lo que vinieron a decir en rueda de prensa Eva Ortiz y Adrián Ballester, y los cuales no supieron explicarme en qué reglamentos se basaban para intentar invalidar nuestra candidatura. Nada más lejos de la realidad. Había elecciones porque nos lo habíamos ganado a pulso y porque cumplimos con todos los requisitos, incluso los dudosos requisitos extra que nos exigieron. Yo pedí formalmente competir en igualdad de condiciones, un censo de afiliados que yo no dispuse y Eduardo Dolón sí, unas certificaciones sobre la validez de su candidatura que nunca me contestaron y yo sí que tenía las mías, y unas elecciones dignas que no hubo.
Yo no voy a preguntar qué recursos telefónicos utilizaron para convocar a los afiliados a las elecciones en los días anteriores, ni siquiera a quién pertenecían los teléfonos fijos y móviles que utilizaron. Pero sí que he pedido explicaciones al PP Provincial de Alicante y llegado el caso, exigiré la anulación de los resultados de esas elecciones, la invalidación de los nombramientos al Comité Ejecutivo Local y la apertura de expedientes internos a todas aquellas personas que hayan incumplido nuestros Estatutos en el Partido Popular. A ver si así, alguien se lee esos Estatutos, que para algo están.