Manuel Bueno
Director de Colesterol Teatro
El director del Instituto de Secundaria «Libertas» ha sucumbido a la presión crítica y llena de prejuicios e ignorancia de alguno de sus profesores asistentes a mis charlas sobre teatro («El misterio de la vida en el teatro») en ese centro. Efectivamente, el pasado martes 12 y el jueves 14 de marzo, impartí en la sala multiuso del «Libertas», al que parece ser no les entusiasma la libertad de expresión, (¿Sabrán los responsables de esta censura que Libertas significa lo que significa: libertad?) unas conferencias interactivas en las que los chicos de 3º y 4º de la ESO participaron con entusiasmo, tanto espontánea como teatralmente.
El contenido del evento tenía que ver con los valores propios de la existencia (naturalidad, libertad, creatividad, sexo, amor…etc.) asociándoles con los «elementos dinámicos» (que yo apuesto porque son los mismos, es decir: esa naturalidad, libertad,..etc.) que fluyen por las venas de aquellos que, como nosotros los amantes del teatro, desarrollamos a través de un entrenamiento psicofísico en nuestros intentos por acercar una obra teatral al público.
Los chiquillos (a quienes iba dirigido el acto) disfrutaron y prefirieron obviar el descanso del patio (que coincidió con el final de la charla) y quedarse para escuchar esas palabras que eran la primera vez que impresionaban sus meninges. El teatro es arte, comunicación, estética y…crítica, cómo no. La crítica ayuda a crecer. La rebelión individual, después, hará el resto: incorporará lo nuevo, lo creativo al inmediato futuro.
La familia y su educación represiva; la escuela y las intenciones soterradas de uniformidad de las personas para someterlas y explotarlas más tarde en los trabajos (ahora no, claro; que no hay); desenmascarar a banqueros y políticos remando en esa dirección opuesta al pueblo desnudo; las multinacionales religiosas (católicas, musulmanas, testigos de Jehová, hindús, etc.) y sus captaciones tramposas de «fieles» que se entregan sin límites a los fines de los que han montado el «chiringuito espiritual» y, todo lo que improvisadamente se me iba ocurriendo sobre la vida asociada con el teatro fueron los temas tratados a lo largo de poco más de una hora que duró el encuentro.
Es posible que si la cosa se hubiera quedado ahí, las dos siguientes charlas que tenía pactadas el miércoles 20 y jueves 21 se hubieran realizado. Pero no, toqué un tema que, al colectivo docente, parece ser que le molestó de lleno: La desidia, la falta de motivación, el carácter de funcionariado (aburridor), lo antipedagógicos y autoritarios que son muchos de los profesores que pueblan los distintos centros de este país. Criticaba la falta de experiencia que tiene el enseñante sobre aquello que trata de comunicar (¿Comunican? Sólo reproducen el contenido de unos libros, posiblemente nada actualizados). Invitaba a los asistentes a preguntar al profesor (también a su padre y a su madre, en casa) sobre cada cosa que dijeran: que las razonaran, las demostraran. Posiblemente, muchos de ellos no sabrían ni por dónde empezar.
No conozco personalmente a ninguno de los profes del Libertas, con lo cual no tengo nada en contra de ellos. No sé cuál es ni su capacitación ni su método. O sea, no estaba hablando de esta gente. Sólo interpretaba las opiniones y el sentir de muchos de los alumnos (de cualquier cole o instituto: lo puedes ver en la calle o en la tele) cuando dicen que se aburren, que el profe es un coñazo y que la asignatura no le interesa. No es un asunto personal contra nadie en particular. Si tú eres un profe creativo y motivador, pues enhorabuena, mi charla crítica, entonces, no iba en contra tuya. Si te has ofendido, es que te encuentras entre los «aburridores».
«NO seas aburrido, profe», podría ser la consigna que los alumnos, si algún día se atrevieran, podrían mostrar a sus enseñantes (posiblemente no lo harían por las represalias en los futuros exámenes). Porque esto es lo que han hecho conmigo: CENSURARME!!, impidiendo, de esta manera, que los alumnos (¿les han preguntado qué tal se lo pasaron con la experiencia Colesterol?) escuchen lo que a ellos no se les ocurre ni se atreven a contarles, porque no es consustancial con su vida y no sabrían, por lo tanto, ni por dónde empezar.
Saludos, director del Libertas. Un poco más de huevos, y, cuando tomes una decisión, llama antes a todas las partes implicadas y, sobre todo, intenta vivir personalmente cualquier asunto «extra» (éste lo era y no te has dado cuenta) en tu Instituto, para después poder opinar. No tienes autoridad, sólo has sido autoritario (mira tú, eso lo expliqué el otro día en la charla, si hubieras asistido, podrías haber salido ahora airoso, pero no).
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