¿Nos ha llegado la hora de los sacrificios a los políticos?

Cuando la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, decía esta frase en relación con las 217 medidas de ahorro económico de las Administraciones Públicas y de las 120 duplicidades de de gestión entre las distintas administraciones; estoy seguro de que a muchos de estos responsables políticos del PP que les pudiera afectar les ha entrado la risa floja, pensando si contra ellos iba a pasar el rodillo de los recortes que se han aplicado al resto de los españoles. Sinceramente, a mí también me ha entrado la misma risa.
Por supuesto, creo que es una gran noticia todo aquello que se haga en pro de una buena gestión evitando las duplicidades correspondientes y los ahorros correspondientes.
Evidentemente, todo aquello que suponga un ahorro económico importante, el Gobierno lo cifra en 37.000 millones de euros, y que se hagan gestiones más eficaces y eficientes, bienvenidas sean estas medidas.
En estas medidas, a mi criterio, faltan dos de vital importancia, pero por su coste económico sería preciso destacarlas. Una de ellas sería la adecuación y reestructuración de toda las radiotelevisiones públicas de las comunidades autónomas, teniendo en cuenta que hay 17 autonomías y dos ciudades autónomas y que en muchas de ellas existen varios canales tanto de radio como de televisiones públicas, y está demostrada que son una pérdida de los fondos públicos. Veamos el fiasco de las televisiones valenciana y madrileña.
La otra estrella del ahorro sería la eliminación de las Diputaciones Provinciales, las cuales tuvieron su momento histórico cuando Javier de Burgos estableció la división territorial de España en 1833. Esta división territorial provincial hoy no tiene sentido, puesto que la división territorial es por comunidades y es donde están los gobiernos y los parlamentos autonómicos y es donde están representadas todas las fuerzas políticas regionales. Por lo tanto, lo que no tiene ningún sentido es que sigan prevaleciendo gobiernos provinciales también con sus parlamentos provinciales. Aquí sí que se multiplican las funciones de unos y de otros, pero aquí el Gobierno de las «reformas» dice que nada, que las Diputaciones son muy importantes. ¿Importantes para quién? Para el Gobierno de la nación, que con las Diputaciones domina todo el solar patrio y además tiene a miles de paniaguados a su servicio que es lo único que les interesa, prevalecer en el poder y colocar a sus fieles amiguetes. La gran farsa de Rajoy es que le interesa un comino España y no va a renunciar nunca a «sus fieles diputaciones», ni a esos miles de políticos y asesores, aunque suponga un ahorro de 20.000 millones de euros. Con este ahorro, la sanidad y la educación y la dependencia se salvarían de los recortes. Simplemente aplicando el sentido común, el bien de España y sobre todo lo que ellos defienden, eliminar duplicidades, España daría un paso a favor del ahorro, la eficiencia y eficacia de la Administraciones.

Joaquín Garrido Mena

2 comentarios

  1. Don Garrido, habla del «fiasco de las televisiones valenciana y madrileña», se olvida del fiasco mayor que es la catalana. ¿Por qué? ¿No tendrá nada que ver con la catalanofilia de su amado Zetapé?
    Por otro lado, cuando gobernaba el susodicho, ¿pidió usted alguna vez la eliminación de las Diputaciones Provinciales?
    Para poder hablar hay que ser creíble.

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