Con fecha segunda quincena de julio del presente año 2013, el polifacético Jon Oria Osés, lingüista, historiador, pintor y pensador filósofo, presentó en la columna de opinión del Periódico los hallazgos en tierras torrevejenses de un tapiz, cuyos orígenes, según él, tuvieron lugar allá por los años 80 en algún taller de arte londinense durante la época “folk” o arte popular, si ha de tenerse en cuenta la ortografía de su título “Euzkaleria”, con zeta y con una simple ere a la palabra Euskal Herria, hoy admitida por todos y normalizada por Euskaltzaindia o Academia de la Lengua Vasca. En su tarea de detective Jon ha logrado trazar los pasos de la llegada del tapiz a Torrevieja a través de un taller de encuadramiento o de venta en Bilbao y su última estancia en Torrevieja, donde ahora pertenece a una colección privada.
Lo que no logró hacer Jon, en parte por falta de espacio, fue presentar el tapiz como una fiel interpretación heráldica del “Zazpiak bat” o “Los siete uno”, en alusión a los siete herrialdes o territorios históricos de Euskal Herria. A mí me llamó la atención la colocación de los escudos: los cuatro del sur de los Pirineos: Alava, Guipúzcoa, Navarra y Bizcaya unidos por una pieza, quizás escusón en campo sinople, y los de los otros tres herrialdes del Norte de los Pirineos, Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa colocados en la izquierda del escudo, derecha según miramos el tapiz.
Pero desde mi punto de vista lo determinante para poder fechar el tapiz es que el escudo de Guipúzcoa viene representado de forma actualizada, en campo de oro, tres árboles (tejos) de sinople (verde), colocados en faja sobre ondas de agua plata y azur (azul), sin la representación del rey coronado y entronado y los doce cañones de las tropas guipuzcoanas, que, según dicen capturaron al ejército navarro en 1513, en el puerto de Belate, Navarra. Esta modificaciones de las armas tradicionales de Guipúzcoa se produjeron por aprobación de las Juntas Generales de Guipúzcoa en 1979 y de manera más determinante por la aprobación según la Norma Foral 6/1990 del 27 de marzo de 1990, como signos de identidad del territorio histórico de Guipúzcoa.
No puedo aportar más comentarios desde el punto de vista lingüístico, pero que alcanzan el saber que Sabino Arana, considerado fundador del nacionalismo vasco, rechazó la denominación Euskal Herria por el nuevo término “Euzkadi” con mayor significado político, pues inicialmente entendía que su patria (aberri) debía estar sólo compuesta por vascos genuinos, independientemente del idioma que hablaran, aunque utiliza habitualmente en sus artículos el término “Euskeria Libre”. En pocas palabras, que es evidente que la palabra •Euzkalería” empleada en el tapiz, sigue las derectrices filológicas que estableció Sabino Arana.
Las opiniones que he expresado aquí sobre la interpretación del tapiz londinense están fundamentadas en mis conocimientos sobre Genealogía, Heráldica y Nobiliaria. Y como conclusión habría que precisar que el tapiz fue tejido (o encargado tejer) por algún vascófilo durante el periodo londinense del Folk Art de los año 80 según comenta el profesor de arte en London Gulliem Ramos Poquí, aunque su interpretación habrá que dictaminarla igualmente siguiendo las ideas y prácticas sabinianas con las modificaciones llevadas a cabo en el escudo de Guipúzcoa a partir de 1979 con el posicionamiento de las Juntas Generales, o incluso podría ser algo posterior al dictamen de la Norma General del 27 de marzo de 1990. No es que tenga valor el tapiz por su antigüedad, y su valor técnico lo habrá de establecer un especialista, pero impacta a primera vista por su valor sentimental para el que lo realizó y para los que queremos a nuestro pueblo, a Euskal Herría, pues es tan grande como sentido.
David Maruri
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