En rueda de prensa después del Consejo de Ministros del viernes, decía a bombo y platillo y rasgándose las vestiduras la vicepresidenta del Gobierno que el 20% de los parados eran defraudadores. Dicha noticia fue invalidada al día siguiente por un diario nacional, en el que se afirma que sólo 60.000 parados habían perdido su percepción al paro en meses anteriores por errores administrativos.
No, no voy a defender posiciones que implican a priori estafa, engaño, fraude al sistema, de determinados trabajadores que, aun estando inscritos en el INEM y percibiendo sus beneficios económicos por esta circunstancia, estén incumpliendo la normativa y estén a su vez trabajando para sacarse otro salario. Esto es lo que denunciaba la señora vicepresidenta del Gobierno y que había que analizar caso a caso tales «fechorías», pues seguramente estamos hablando en una mayoría de casos de personas que se les ha terminado el pago del paro y han pasado a cobrar el subsidio de desempleo. Ustedes dirán si con 400 euros mensuales no está justificado que estas personas se busquen la vida y saquen un sobresueldo.
Precisamente, y hablando de sobresueldos, nadie en el Gobierno, ni responsables políticos del PP, se han rasgado las vestiduras por cobrar sobresueldos. Es más, hasta el propio presidente del PP y ahora presidente del Gobierno cobraba sobresueldos en épocas pasadas. No solamente eso, sino que además, cuando España estaba ya en recesión, con el anterior Gobierno socialista, a Rajoy le subieron el sueldo en su partido de manera desmesurada.
El PP no se escandaliza ni se rasga las vestiduras por que sus acólitos, además de cobrar sobresueldos, cobren por varios conceptos a la vez. Cobran por ser responsables políticos de cualquier institución y, además, cobran por dietas y actos de representación en otras instituciones. No se rasgan las vestiduras por mantener instituciones obsoletas abiertas como las Diputaciones Provinciales, si eso lleva consigo tener a varios miles de correligionarios disfrutando de las prebendas económicas que supone ser miembro de esta institución.
No sé si en la futura Ley de Transparencia o en la de los Partidos Políticos se han planteado ya de una vez la eliminación de los privilegios económicos a los políticos del PP y de los que estén en un futuro en el gobierno, donde el lema deba ser: un político, un solo sueldo.
Pienso que no se les cae la cara de vergüenza porque creo que no la tienen, y sí deberían ser más reformistas y hacer verdaderos recortes, cuestión de la que presumen mucho, en el partido del Gobierno y en sus políticos, y ser más consecuentes con el dinero público, que no debe estar nunca al servicio de la política. Realmente deberían ajustarse ustedes mismos los políticos el cinturón, como lo hacen con los ciudadanos de a pie.
Joaquín Garrido Mena
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