José M. Dolón García y José Hurtado Paredes
Concejales de Los Verdes de Torrevieja
Al P.P. de Torrevieja parece olvidársele que hace apenas seis años aprobó otra nueva modificación del P.G.O.U. para dar libertad absoluta a la apertura de centros comerciales en el casco urbano y a lo largo y ancho de todo el término municipal, del mismo modo que aprobó de una sola tacada la apertura de siete centros de Mercadona en el municipio, o la verdadera burrada de dar licencia de apertura para seis grandes supermercados en un espacio de apenas 1.000 metros.
En medio de este debate entre comerciantes y grandes, medianos y pequeños comercios (y sin entrar ahora a valorar la situación de los trabajadores del sector), nos encontramos con otros aspectos que también tienen que ser tenidos en cuenta. En primer lugar, los consumidores, que somos todos, y cuyo peso y opinión debería tenerse siempre en cuenta. En segundo lugar, el carácter articulador que siempre ha representado el comercio para las ciudades y su desarrollo urbano. Debemos evitar que se degraden y deserticen los centros históricos y los barrios y urbanizaciones periféricas. Debemos apostar por mantener una muy permeable red de pequeños y medianos establecimientos de carácter tradicional.
El problema de los hábitos de consumo que priman a las grandes cadenas de venta y distribución y el progresivo deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores así como la progresiva precarización o desaparición del comercio tradicional no es un problema localista, de guerra entre intereses contrapuestos de ciudades. El problema es el modelo de concentración del capital que constantemente han promovido y promueven los que ahora se echan las manos a la cabeza o protestan “al maestro armero”. Algún dato: Carrefour y Mercadona son los máximos exponentes de un modelo generalizado de producción, distribución y consumo de alimentos que ha afectado terriblemente al campesinado, al pequeño comercio, a los derechos laborales y al medio ambiente. Ambos supermercados suman casi el 40% de la cuota de mercado de la distribución de alimentos (datos del 2007). En el estado español sólo siete cadenas de supermercados controlan el 75% de la distribución de la comida, lo que proporciona a esas empresas un descomunal poder a la hora de decidir qué comemos, qué precio pagamos, cómo se produce y, por supuesto, orientan el tipo de horarios de apertura de los establecimientos
Orihuela a rebufo de San Javier, Torrevieja a rebufo de Orihuela, pero todos a rebufo de las grandes cadenas. Y para que éstas sigan creciendo a costa de la ruina y del cierre de miles de pequeños y medianos comercios de la Comunidad Valenciana y de España, los gobierno del PP dan luz verde a la libertad total de horarios en las comunidades autónomas donde gobiernan, como recientemente acaba de hacer el consell para todo el territorio valenciano. Y en el caso que nos afecta directamente, ¿qué hubiéramos hecho si La Zenia hubiera sido término municipal de Torrevieja? Ese es otro gran tema.
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