Javier Manzanares Solivelles
Concejal del Grupo Municipal Socialista de Torrevieja
En julio de 2012 el gobierno del PP impuso una subida del tipo impositivo para el IVA a los servicios y bienes culturales del 21%. Esta subida, del 8% al 21%, injustificada, ineficaz y sin motivo, está causando un daño tremendo a la cultura española. Esta medida no beneficia absolutamente a nadie, ni a la recaudación, ni al sector, ni a los ciudadanos que, hasta ahora, podían ir al cine o al teatro, entre otros. Es una medida injusta y sectaria.
Esta situación nos toca a todos, vivamos donde vivamos. El ir al cine con tus hijos se está convirtiendo en un lujo prohibitivo. Esta subida es algo que no debemos consentir, ya que los empresarios de las salas o los productores musicales y teatrales no tienen más remedio que, o cerrar cines y teatros públicos, o subir el precio de las entradas. Aquí como buitres que rodean el cadáver está el PP para, como está ocurriendo en Madrid, privatizar teatros, y con ello despedir a trabajadores del entorno cultural, que son muchos y buenos. Literalmente quieren, al igual que en la sanidad o en la educación, privatizar la cultura española.
Tenemos con esta subida, el IVA cultural más alto de la Unión Europea. Francia con el 5’5% o Alemania con el 7% son dos ejemplos claros para compararnos. El PP se olvida de la cultura, la ataca, la quiere destruir, y se olvida e incumple gravemente la Constitución, que deja claro que la cultura es una «necesidad básica de la población» a la que «los poderes públicos deben garantizar su acceso». La danza ha perdido un 43,41% del número de representaciones. Las artes escénicas un 31’4%, y el cine un 11% de espectadores. Durante el año pasado se celebraron 116.446 conciertos en España, un 4’3% menos que en 2012. El descenso en la actividad teatral respecto a 2012 ha sido del 10’44%, se han exhibido 60 películas menos que en 2012. Esto no es un problema de la calidad de la cultura española como decía el ministro Montoro, es un problema del precio para entrar al cine o al teatro. El ejemplo claro está en la brillante iniciativa de la Fiesta del Cine y la respuesta masiva de espectadores, en esta Fiesta del Cine las sesiones costaban 2’90 euros.
Decía John Lennon que «los del gallinero pueden aplaudir, los de los palcos basta con que hagan sonar sus joyas». A este paso, en un teatro o en un cine no se escucharán aplausos, sólo sonaran…las joyas.
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