El Periódico de Torrevieja nº520

Hay muchos temas por abordar: Justicia Universal, archivos de demandas, expropiaciones, presupuestos… Pero mejor nos vamos a centrar en esta primavera incipiente, que llena de luz y color el ambiente torrevejense. En esas mañanas en que la brisa marina nos envuelve. Ese sol que brilla, pero sin sofocar aún. Ese mar resplandeciente, que invita a descubrir el horizonte. Son tantos los privilegios que disfrutamos en esta tierra, que nos lleva cada día a intentar mejorarla en todos los aspectos aún pendientes. Estamos seguros de que casi todos los que vivimos aquí queremos mejorarla. Y que cada cual lo hace a su manera, sin duda. Dentro de sus posibilidades. Cierto es que a unos no les parecerá bien cómo lo hacen otros. También es normal, cada cual tiene su punto de vista sobre las cosas. Pero mientras todos hagamos lo posible por mejorar nuestro entorno y tengamos la materia prima que tenemos, no nos puede ir mal del todo. Lo malo es cuando no es así, sino que la indolencia o la desafectividad lleva a algunos a pasar de todo o incluso a dañar lo que es de todos. Eso es lo peor y lo que
debemos evitar sin dudar.
Cuando vamos por la calle y vemos las feas pintadas o excrementos de algún perro, constatamos la evidencia de que hay personas incívicas que no van más allá de su comodidad. Porque ese animal es de alguien que es el responsable de que eso esté ahí, donde no debe estar. Pues así sucede con todo. Si esa persona lo deja ahí, para que se pueda pisar y un niño o un discapacitado pueda impregnarse, sólo por no agacharse y retirarlo, ¿qué no será capaz de hacer con otras cosas que le puedan suponer mayor esfuerzo o sacrificio? Hay que tomar conciencia de todo aquello que tenemos, que nos han legado. Tenemos que cuidarlo, mantenerlo y potenciarlo, para que puedan disfrutarlo también las futuras generaciones.

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