El día 29 en el Ateneo celebramos el aniversario de Miguel Hernández. Dio una conferencia Aitor Larrabide, el gurú que más sabe del poeta, después un recital encendido de algunos asistentes con muchos aplausos y alguna lágrima, terminando con un documental sobre él de Orihuela. En el intermedio hubo preguntas y respuestas. El más impertinente quiso saber por qué no había jóvenes entre tanta gente venerable; le hicieron que se identificara pero no hubo respuesta. Ni hacía falta, sólo fue un lamento, señores, ¿cómo vamos a romper el yugo sin brazos fuertes y sueños primaverales? Fue un «quejío» tuyo, Miguel Hernández.
Manuel Cadenas
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