Antonio Vera
Militante PSPV-PSOE y miembro de la Plataforma Sueña Torrevieja
E. Dolón y J. Albaladejo han heredado de su antecesor y mentor, además de la incapacidad para gestionar, la pasión por el «bon vivant» y el desprecio por los intereses de los torrevejenses, dos problemas enquistados que nunca debieron existir.
Por un lado, el de la contrata de la basura. El ex-alcalde condenado privatizó el servicio y se comprometió con unos costes que eran claramente insostenibles y que antes o después iban a desembocar en la situación actual, no se ha podido pagar, se ha generado una deuda inasumible y el resultado es que se va a trocear la contrata, a despedir a la tercera parte de los empleados y a recortar los sueldos de los que se queden a niveles casi indignos. La solución para este problema no se le escapa a nadie por su obviedad, remunicipalizar el servicio abarataría los costes, no habría despidos y mejoraría la limpieza de la ciudad ostensiblemente, pero eso, claro, va en contra de un principio básico en los cargos públicos del PP, ellos están en esto para cobrar, lo de trabajar y calentarse la cabeza que lo hagan otros, así que es impensable pensar que pudieran plantearse siquiera una remunicipalización.
El otro problema es el de la policía, todavía más sencillo de solucionar. Lo de la policía local es un ejemplo a escala reducida de cómo gestiona el PP la ciudad: enchufes, favoritismos, mandos elegidos a dedo sin criterios de eficiencia, prepotencia de unos, falta de profesionalidad de otros, y en medio, una inmensa parte de miembros que solo quieren hacer su trabajo lo mejor posible y que se ven obligados a montar espectáculos mes tras mes porque, para despreciarlos aún más, cuando la situación ya era un callejón sin salida les colocan una concejal cuyas únicas funciones son darles largas y hablar mal de ellos. La solución no hace falta ni nombrarla, poner un concejal mínimamente competente, abrir una negociación sincera e iniciar una gestión apropiada y profesional. ¿Difícil? No, eso es lo que se llama gobernar, por eso no lo hacen.
Dolón y Albaladejo, los hermanos Calatrava de la política local, han conseguido convertir los Plenos municipales en montajes cabareteros de tres al cuarto y que Torrevieja esté periódicamente en los minutos de la basura de los noticiarios de la televisión. Y lo han hecho gracias a que su prepotencia ha conseguido que en parte de sus empleados arraigue el virus de la dignidad, ese cuyo síntoma principal es que, de golpe, decides que estás harto de abusos, de atropellos, de vividores y de mangoneos. Ahora solo falta que ese virus se extienda por toda la sociedad torrevejense y en las próximas elecciones municipales le demos a esa gente lo que se merece.
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