Soy de los millones de españolitos que está llegando a una edad en que empieza a ver más cerca la jubilación que el futuro laboral, por ello me siento muy, pero que muyyyy preocupado con las noticias que estoy oyendo estos días, muchas de las cuales provienen de esa vergonzosa cueva de ladrones en la que se está convirtiendo la política en la Comunidad Europea.
Sí, digo bien, EUROPEA, porque desde Europa están recomendando que, para superar la crisis, hay que seguir subiendo los impuestos y rebajando salarios. Es decir, seguir machacando a los de siempre.
A los que tenemos la suerte de poder trabajar diariamente no nos ha quedado más remedio que disminuir los gastos, porque, gracias a las políticas aplicadas, el aumento de los ingresos lo consideramos como una fantasía. Pero, para nuestros «queridos» eurodiputados, rebajar sus gastos es algo impensable, ya se negaron hace un par de años. Hagámonos una idea con unas cifras aproximadas:
– Salario mensual bruto, supera los 8.000 euros.
– Dietas, como promedio unos 4.800 euros/mes.
– Gastos de oficina, 4.200 euros/mes (teléfono, correos, mantenimiento informático, etc.).
– Viajes gratis, esto supone un gran ahorro, que no vamos a cuantificar.
Esto nos da que su salario bruto mensual está en unos 17.000 euros, un salario al que quisieran aspirar la mayoría de los españoles, pero AL AÑO.
Otro «detallito» importante, el promedio de horas laborales anuales de estos privilegiados, unas 1.072, y su semana laboral de lunes a jueves. Para un trabajador normal su promedio de horas suele ser de, al menos, 1.992; y su semana laboral de lunes a sábado (según la legislación, con un descanso mínimo de 1,5 días/semana, la mitad que ellos).
Pero sigamos con otras «ventajillas» que supone ser eurodiputado, una jornada laboral tan «extensa» agota a «sus señorías», y, para aliviarles de las cuestiones más mundanas, disponen de una partida de más de 21.000 euros/mes para contratar hasta un máximo de 4 asesores, para que les ayuden con la pesada responsabilidad que cae sobre sus espaldas («pobresicos»).
Y para redondear la falta de escrúpulos y la poca vergüenza que tienen, pues ellos son los mantenedores de las normas que rigen la actividad laboral de los eurodiputados, aparece su JUBILACIÓN. Independientemente del tiempo que hayan ejercido el cargo, ya tienen derecho a una pensión. Vamos con datos: con CUATRO legislaturas en el cargo, SÍ queridos amigos CUATRO (o sea 20 años), tienen derecho a una pensión, a partir de los 63 años, de más de 5.000 euros/mes, que se añadirá a la que puedan cobrar en su país de origen. Un ejemplo reciente, la «sra.» Magdalena Álvarez, por haber trabajado en Europa desde junio de 2009 hasta junio del 2014, unos 5 años percibirá una pensión de más de 4.000 euros/mes. Tal y como está el patio en España, a mí me daría vergüenza cobrarla, sólo por decencia debería renunciar a ella, pero no lo hará porque se ampara en la ley creada por ellos y para ellos.
Comparémosla, a grandes rasgos, con la jubilación de un ciudadano normal: a partir del 01/01/2013, te puedes jubilar a los 65 años acreditando una cotización de 38 años y 6 meses, si no es así, te jubilarás a los 67 años. Pero además, el importe máximo que recibirás será algo más de 2.500 euros/mes.
Esto es un agravio comparativo que no sé qué calificativo darle, porque, ¿de dónde sale el dinero para que esos privilegiados puedan disfrutar del doble de pensión que el resto cuando han cotizado casi la mitad? Adivinen a quiénes se la están quitando.
¿Es que no tienen decencia estos maleantes?, ¿y son ellos los que piden que hagamos más esfuerzos?, ¿no se dan cuenta de que con la mitad de pensión de ellos habría muchos jubilados que podrían mejorar la suya, aunque fuera en 100 euricos al mes, que cuando estás en una economía de subsistencia eso te puede dar de comer, al menos, una semana?
Que nuestros impuestos sirvan para mantener a toda esta masa de ladrones es algo que me produce una desazón e impotencia tan grande, que me siento engañado, robado y timado. SI TODOS HICIÉRAMOS UNA OBJECIÓN FISCAL, se darían cuenta de que estamos HARTOS, de que nuestros impuestos vayan a engrosar los bolsillos de esta banda de desalmados. Es MUY IMPORTANTE lo que estos días Hacienda nos está recordando en la tele:
LO QUE ELLOS DEFRAUDAN LO PAGAMOS NOSOTROS. ¿O no era así?
Txema Álvarez
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