Al realizar la remodelación y nuevo formato de aceras en el Barrio de San Roque, se ha tenido que variar también la situación y calidad de las plazas de parking existentes en las urbanizaciones. En el caso que me ocupa, bien por cercanía, bien porque me encuentro inmerso dentro del mismo, es el siguiente:
En la tercera manzana del Plan Parcial Mediterráneo, la que se encuentra ubicada entre la Calle Urbano Arregui, avda. de Pinoso y la Iglesia de San Roque, teniendo también una calle sin nombre que separa la urbanización del espacio construido para la construcción de la carretera de Alicante-Cartagena. En este grupo de viviendas enclavadas en esta manzana, hay unas calles de distribución que son: calle Alicante, calle La Marina, calle Elda, calle Villena y calle sin nombre.
Al realizar el ensanche de las aceras, emplearon un criterio un poco raro, puesto que en mitad de ejecución tuvieron que variarlo, al no poder acceder a las calles los camiones que llevaban los materiales de obra.
No obstante, se hizo perfectamente y han quedado unas calles preciosas. Ahora bien, no se sabe qué cabeza pensante es la que diseñó el tema del estacionamiento, puesto que de tres calles en las cuales se podían estacionar vehículos, con una cuantía de unos 25 a 30 vehículos en cada una de ellas (c/Alicante, c/La Marina y la calle sin nombre), nos encontramos que en dos de ellas, c/La Marina y c/Alicante, no se puede estacionar vehículo alguno, puesto que no hay espacio para estacionar y permitir el paso de ningún vehículo.
Ahora bien, ha quedado para estacionar la calle sin nombre, a la cual las viviendas unifamiliares que dan sus traseras a la misma, en un 95% habían realizado puertas para entradas de vehículo, y ésta es la calle que se ha dedicado para el estacionamiento; claro, también con un criterio digno de lástima, puesto que, pudiendo estacionar los vehículos en el lado izquierdo de la calzada, según la dirección del tráfico que se ha dispuesto, en cuya lado de calle no perjudicaría la entrada de los garajes, puesto que da a una zona verde sin urbanizar y siempre llena de matojos, en la cual para que no sea utilizada de forma alguna ya hace varios años que pusieron unas piedras tamaño gigante que si no es con un tractor son imposibles de mover. Ahora bien, como pueden Vdes. pensar, la solución optada ha sido el autorizar el estacionamiento en el lado de los garajes, decisión que no honra a estas cabezas pensantes, porque una cosa sí han logrado, que se pongan las placas de entrada de vehículos en los garajes, o bien que los propietarios que no las pongan tengan que dejar los vehículos en la calle y de esta forma se suprime la posibilidad de estacionamiento en esta calle. O sea, que el caso ha venido a ser como el del «perro del hortelano», que «ni come, ni deja comer», aún cuando en este caso el Ayuntamiento sí percibirá el impuesto de las placas a costa de haber conseguido suprimir en esta zona tan necesitada de parking alrededor de 100 plazas de estacionamiento, en un lugar tan próximo a la playa de Acequión y Naufragos, que verdaderamente lo necesitan.
Vicente Juan
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