Azufre en las aceras. Un delito muy común

Así como es obligatorio que los dueños de animales recojan sus excrementos en la vía pública, está prohibido echar azufre u otros productos venenosos en las esquinas o entradas de los edificios. Esta peligrosa irregularidad es un hábito común utilizado por muchas personas y que, por supuesto, es un delito. Las ordenanzas municipales informan que verter en la vía pública dichos productos contaminantes y altamente peligrosos para la salud humana o animal está totalmente prohibido y se sancionará a los responsables. Quienes lo practican lo hacen para evitar el orín de los perros, pero para ello existen métodos inocuos como colocar botellas de agua u otros métodos de los que les pueden informar en asociaciones defensoras de los animales, así como en delegaciones locales de medio ambiente. Está comprobado que el azufre no es efectivo para ahuyentar, con lo que muchos perros siguen acercándose, además de pájaros que lo comen e, incluso, niños atraídos por su color amarillo fosforito. Asimismo es indisoluble con el agua y al mezclarse con ésta reacciona y produce otros compuestos igual de tóxicos o más. El consumo o inhalación del azufre es tan grave para animales como para personas y puede provocar insuficiencias respiratorias que causan asfixia y, por tanto, la muerte. Si conoces algún lugar donde se vierta el producto, haz fotografías e informa a la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento o directamente a la Policía y al Seprona. Cuando comuniques el aviso, las autoridades correspondientes informarán a la comunidad de que dicho acto infringe las ordenanzas municipales. Una brigada de limpieza acudirá a retirar el producto y se multará a toda comunidad o directamente al responsable del vertido en caso de conocerse. Si lo deseas, puedes informar a asociaciones defensoras de los animales, y ellas mismas interpondrán la denuncia. Si tu perro, hijo o cualquier otro familiar ha tenido contacto directo con azufre o productos similares; acude al veterinario o al médico rápidamente. Después, puedes denunciar por envenenamiento a los responsables del inmueble o reclamarles, además de los gastos médicos y cualquiera derivado de dicho percance. Es importante que existan más zonas verdes donde puedan acudir los dueños de perros y sus animales, pero entre tanto no puede atentarse contra la salud de ningún ser vivo. Por eso, unos han de mantener las aceras limpias de excrementos, y otros de venenos altamente perjudiciales para animales y personas. El civismo en sociedad empieza por el respeto de todos con los que compartes tu espacio.

Elsa Velázquez

4 comentarios

  1. Jejejeje, de pequeños molíamos carbón, lo mezclábamos con azufre y le poníamos un fuerte oxidante químico (cuyo nombre omito por seguridad); y hacíamos unos petardos que mama mía. Aquello sí que era altamente perjudicial para la salud, y no el polvito amarillo ese.

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