El «Sueño Olímpico» (de Luisma Pi)

Manuel Bueno
Director de Colesterol Teatro

Pizana, el concejal sí, tiene un sueño. No sabemos si pesado, profundo, ligero, o qué. Él dice que es «Olímpico» (un sueño olímpico). Y, éso, ¿késlokeé?. ¿Será que, mientras duerme, lanza jabalinas (de todo a 100) a sus votantes, como si fuera San Valentín?. ¿Será que se corre, el tío, los 100 como si fuera un Usaín Bolt desteñido, pero de salinero pedigrí?. ¿Será, será….?. Que no!. O-límpico, quiere decir que tiene un sueño im-po-lu-to, sin ácaros, ni platelmintos rondando. Vamos, que tiene un sueño frotado con Mistol. Sin gérmenes, joder, …que no me salía.
De lo anterior se deduce que los sueños de los demás son un poco sucios, sí, acochinados, que diría Soraya SS, la hobbit. He de confesar que yo, casi siempre, sueño lo peor. Sí, cosas guarras, pero sabrosas. Bueno, guarras no, muy guarras, mejor dicho. Continúo con Pi y dejo el establo para deciros que cuando me leáis yo estaré en Colombia. No, con las FARC, no, haciendo teatro en Santa Marta, en el XXV Festival de Teatro Internacional del Caribe. Que ¿porqué estoy allí?. Para cumplir el único propósito de mi ONG encubierta. Sí, Colesterol Teatro, lo es. Repartimos teatralidad gratis por el mundo, sin recibir un puto duro «oficial». Efectivamente, no estamos en el programa de «El Sueño Olímpico», de Pi y por esto, el Ayun no nos echa una mano sino para que se nos oiga solo lo inevitable. Así es, esta concejalía de Pi no nos ayuda a promover la creatividad, cultivar el arte, difundir la cultura, y, por supuesto, a interpretar el mundo, la vida, desde otro ángulo que no sea el de la explotación, la usura, la corrupción y la pasta pa mi y pal amiguete aquel del cole, al que siempre le birlaba también en el patio el bocata de atún.
Pizana (Pi, pal que hasta aquí no lo hubiera pillado), ha promovido (va a dar parné: 15.000 euros, globales, dice) una cosa «muy suya, muy soñada y muuu limpia» para los deportistas locales (Rogel, Corchete y otros) «con posibilidades reales» de asistir a Río 2016. Toma y toma. Río!!!. Eso está en Brasil, no?. Nosotros, en Colombia. Vamos, al lao. Y, digo yo, ¿este zagal lo sabrá?. El qué?. Lo de que todos los ríos van a parar a la mar. Mexplico. El deporte y el teatro, dos ríos. La cultura, la mar. Y sin sal, no hay mar. ¿Será por eso que en Torrevieja, la sal y el agua son divorciables (divide y vencerás) y, así se hace negocio con todo aquel que se deje salinizar el corazón?. No, no me he vuelto loco de repente. Atento. El deporte en el mar (Rogel, es güai) y el teatro de Colesterol (creativo y generoso) confluyen en todo menos en una cosa: En el Sueño Olímpico de Pi. Eso es lo que quiero demostrar/denunciar/destilar/desalar aquí.
El chicón de la vela es todo un campeón y le subvencionan porque se lo merece y así sus políticos se hacen fotos con él por valor de la subvención. Nosotros, llevamos 10 años representando a este país huraño, a esta Comunidad corrupta, y a este pueblo de políticos encarcelados (uno al menos) y opacos, por cuatro continentes y el único valor que se nos reconoce es el mismo que al perroflaútico molesto y sin derecho a ser tratado como a los «soñadores olímpicos» de Pi. Efectivamente, somos exportadores de nuestra cultura, con un teatro original, cristalizado a través de nuestra vivencia en este, ahora, deprimido país. No podemos ser más auténticos. Hemos mamado y digerido toda esta basura que banqueros, grandes empresarios, cardenales y políticos chungos nos han obligado a soportar, pero, aún así, hemos sido capaces de generar nuevas propuestas existenciales, llenas de humor, poesía, verdad y esperanza que no vamos a abandonar jamás.
No sueñes, entonces, Pi….baja del Olimpo irreal y, por fin, da al César lo que es del César, y al pueblo, lo que dices que es de dios.
PD: Hoy, hará tres meses que no cobramos lo que el Ayuntamiento nos debe. Aquí estamos, como el resto de los españolitos de este país choricero: con la sensación de estar siendo engañados, ignorados y chuleados por aquellos que manejan las putas cuentas.
Mi partido de pádel con Pi, también sigue pendiente. ¿Será el otoño de Podemos nuestro otoño?

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