Ningún partido político que esté inmerso en algún caso de corrupción está legitimado para elaborar ley alguna para luchar contra la corrupción.
Únicamente por consenso de todos los partidos políticos, o en su caso con mayoría de todos los consensuados, se puede elaborar una ley dura con apartados tales como: inhabilitación de por siempre para cargo público, devolución de lo requisado y con antecedentes. Lo contrario es como meter la raposa en el corral.
La reducción del número de diputados, senadores, concejales y asesores, al ser menos también bajaría el número de corruptos. Cualquier cargo público que conociera algún corrupto debería denunciarlo porque si no lo hiciera, sería cómplice.
Si la democracia la sigue ensuciando esa gente, acabará corrompida. El aforamiento para los políticos y sus asociados se convierte en un bunker para ellos y un insulto para los jueces.
El que un juez de cualquier ciudad no pueda juzgar a un diputado o senador es muy insultante para los jueces, aunque después pudiera defenderse a más altas instancias, pues la actual ley hace que no todos seamos iguales ante la ley.
Por otro lado, debemos reconocer que los políticos tales como diputados y senadores no están bien pagados, o sea, creo que deben cobrar más, y más significa más responsabilidad. Los cargos públicos no deben molestarse porque se les exija mucho, pues su mejor rendimiento redundaría en beneficio para la sociedad.
Estamos cerca de las Navidades y a las puertas del año 2015 y deseo a la sra. Dª María José Jiménez directora de EL PERIÓDICO de Torrevieja y a todo su equipo unas FELICES PASCUAS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO para todos.
José Martínez Camallonga
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