La presidenta de la asociación de fibromialgia Asimepp, María Dolores Herrera, ha anunciado -visiblemente emocionada- el cierre de la sede de la calle Concordia tras ocho años de actividad en la misma debido a que la entidad no puede hacer frente al pago del alquiler y otros gastos al no haber recibido algunas de las ayudas públicas previstas en su presupuesto, como la subvención anual del Ayuntamiento que le ha sido denegada porque el proyecto presentado no se adecua al objetivo de la ayuda.
Herrera se autoresponsabilizó de esta situación «por haber creído en la gente» y señaló que la actividad de la entidad continuará «aunque sea en mi casa» para trabajar por los afectados. También avanzó que se reunirá con el alcalde para pedirle la cesión de un local municipal, como así se decidió en la última asamblea.
animo Mari Loli siempre que llueve escampa un saludo y adelante