Crónica de una pitada anunciada

Yo no quise contemplar el «espectáculo» del Camp Nou. Nos fuimos de paseo mi mujer y yo, que no lo entendía, y nos enteramos del resultado media hora después de haber finalizado. El título de este recuadro me ha recordado a mí -sólo cambia una palabra- la espléndida novela de noventa páginas del gran García Márquez, que relata paso a paso la muerte anunciada de un tal Santiago Nasar por motivos de honor, en la Colombia de mediados del siglo pasado. Se llama por lo tanto «Crónica de una muerte anunciada» y la recomiendo sin más a los lectores y lectoras que me lean, porque van a disfrutar.
Comparo la obra literaria con el partido de fútbol, aunque sólo sea por la similitud del conocimiento que todos tenían de lo que iba a suceder y sucedió. En la novela se mata a una persona; en el partido, por tercera vez, ojo, se injuria y vilipendia al honor de la nación española en un ambiente con repercusión mediática inconmensurable. En la novela todo el pueblo sabía lo que iba a pasar y pasó, y en el partido era todo el país y gran parte del universo futbolístico los que sabían también del desenlace. Si en el relato novelístico todos los personajes hicieron en la medida de sus posibilidades esfuerzos por evitarlo, en el partido de fútbol infinidad de españoles contemplamos estupefactos la imagen del Rey, solo, entre dos siniestros personajillos recibiendo el oprobio de la masa analfabeta y salvaje, y por supuesto dirigida. El Gobierno es quien en nuestro ordenamiento constitucional -y en todas las monarquías, claro- le dice al Rey lo que tiene que hacer y dónde, en nombre y representación de España. Y siguiendo la derivada, yo que voto PP, vuelvo a calificar esta vez de sumiso a mi Presidente que sigue sin saber estar a la altura de las circunstancias. Porque no hay comparación posible entre amancillar el honor de una joven que consintió, y el que se infligió a toda la nación entera. Como no sea que comparta la opinión del Sr. Sánchez que también lo «proveyó», aunque diga que el hecho está amparado en la libertad de expresión. Hágase delegar por el Rey, sr. Rajoy, y váyase Vd. a presidir el «espectáculo» entre los dos siniestros personajillos.
Y termino de pactos. Aquí en Torrevieja ha ganado con muchísima diferencia el PP sobre el segundo y creo por ello que debiera gobernar. ¿Se puede asegurar que el pueblo ha votado un frente común para que no siga gobernando el PP? (¿de cinco partidos distintos?).
A nivel nacional se torna grave la situación, ya que una vez más el Partido Socialista, que está por ver si consigue alguna vez la condición de socialdemócrata de verdad -que necesitamos, todo sea dicho-, deja el lastre de su inveterado cerrilismo a la derecha, ahora a la del sr. Rajoy que no es del sr. Rajoy, pero que, eso sí, está logrando sacar del pozo en el que su partido metió al país, para ponerse seriamente a hacer política de estado. ¿No se percata, de verdad, Sr. Sánchez, que le llega la más alta responsabilidad que a ninguno y que de Vd. va a depender para bien o para mal el derrotero de España?
Mire por favor que el de Vd. es el único que lleva la E en sus siglas. ¡Sea coherente, por Dios!

JortizrochE

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*