Paul Eluard
Hoy me ha llegado una docena de frases para aliviar la pesadez del verano, que dobla su gravamen con el paso de las décadas de cada uno. Me gustaría copiarlas todas, pero me ha parecido mejor que los interesados entren en http://www.telefonodelaesperanza.org/rincon/download/powerpoint/27, tras haber escogido yo las que me van a ayudar a completar estas líneas.
En mi corta edad, estuve enganchado a los «Poemas Cortos» del poeta francés Paul Eluard y a los que el bardo dedicó a Gala, la amante de su amigo Picasso, pero hoy al recibir de un amigo una serie de consejos para no llegar nunca a imaginarse viejo, me pregunto qué pasaría con aquellas ediciones cortas de los poemas de Eluard que yo metía debajo del colchón para que corrieran más deprisa los días interminables de mi juventud. El escritor galo, cuyo nombre real fuera Eugène Grindel, llenó con su ingenio varias décadas de cambios estratégicos, pasando por los movimientos surrealista y dadaísta, creando frases que definen los años de su existencia 1895-1952, es decir, la primera mitad del siglo XX. A mí al menos me sirvió para introducirme en la manera de interpretar los vocablos que usamos cada día de una forma más imaginativa que real.
Me siento, pues, tentado a presentar unas pocas de las frases que ha enviado mi amigo desde Alcorcón para mis lectores, ilustradas con viñetas que a veces tergiversan las frases ya famosas. He escogido tres al azar para rellenar el espacio de esta segunda crónica de junio sobre el tema de nuestra fragilidad, que bien podría servirnos de ayuda para sobrevivir, en vez de hundirnos en lo que no somos: 1. «Se puede nacer viejo como se puede morir joven», de Jean Cocteau. 2. Esta vez de un genio del saber, Albert Einstein: «Hay un buen lado en todas las cosas: Por más viejo que seas, puedes ser más joven que nunca», y una 3ª más bien consolatoria: «Sentirse envejecer resulta abominable, pero es la única forma de vivir mucho tiempo», de Sainte-Beuve.
HECHOS Y DICHOS
No hay grandeza para quien pretenda engrandecerse a sí mismo. Paul Eluard.
MAS UN CONSEJO QUE OS PODRÍA LLEGAR TARDE
Conservad bien el pellejo si queréis llegar a viejos.
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