Autonómicas que no han sido autonómicas. Porque, dada su trascendencia para cambiar la historia del pueblo -al menos eso ha dicho todo el común que se precie-, las hormiguitas dirigidas con sus papeletas a las urnas sabían muy bien del esfuerzo realizado por ese «partido» sublime creado en un par de horas, para concitar el entusiasmo de los ciudadanos hacia su redención (de los ciudadanos, no del partido). «Juntos por el sí». Revueltos como el huevo y los trigueros, diría yo, que tanta gloria gastronómica nos dan. Programas ninguno. Las hormiguitas se han pronunciado a favor o en contra, como les decían todos esos hombres tan preclaros que están ahora en la política. ¿A favor de qué y en contra de qué? Me van a permitir que les ponga un par de viñetas de JM Nieto, uno de esos inteligentes analistas que se sirven para explicarlo todo con un par de dibujos sin necesidad de mucha elucubración, que nos trastorna más de lo que ya estamos. «Vamos a someterlo a votación» ¿Votos a favor?… ¿Votos en contra?… ¿Votos que no sean a favor, pero que no puedan contarse claramente como votos en contra? Pues eso, no nos aturullemos y estemos tranquilos porque la preguntita no era sibilina ni enrevesada. ¿Quiere que una región española se independice de España? Así, tal cual, y todos satisfechos. El pujolismo del cinco por ciento que todavía se pasea por la calle y culpable con su inmersión lingüística de todo este maremágnum, tiene «un interpuesto» con un grado de cinismo insuperable y cuya incompetencia le lleva a dar zancadas adelante para llenar a España de desgracia. No creo que el personaje se merezca demasiada atención pero sí la situación creada para la gobernabilidad de esa Cataluña que no se lo merece. Todos revueltos, sí, hacia la tierra prometida. Los señoritos capitalistas del tanto por ciento, los señoritos republicanos, los comunistas, los antisistema, los antieuropeístas, todos los que pasen por la esquina y se sientan subyugados al tener por cierto que van a ser dueños de su destino…
Y, por cierto, que tan culpables de la inmersión son estos «tíos», como los líderes de los dos partidos que han gobernado a España. De vergüenza. Porque ni piden perdón ni están dispuestos a cortar por lo sano sin llegar a mayores. Dice el sr. Rajoy setecientas veces que dentro de la ley dialogará lo que falta haga. Con eso no dice nada porque la Cataluña oficial no respeta la ley, y se queda tan tranquilo. Ninguno de los dos «¿grandes?» tiene valor para decir que España, que es la nación, recuperará el curso venidero las competencias en educación.
Pues por eso hay dos catalanes brillantes con un discurso clarito que ponen a los otros dos de los nervios. Un tal Rivera, jovencito sin experiencia, y su segunda a la que se le entiende todo. Y es que se llama Inés…
Y cambio de tema para concluir, pues nuestro Papa Francisco se retira a su sede de Roma después del viaje a Cuba y Norteamérica. A las palabras de halago de la mayor parte del periodismo mundial responde emocionado como siempre con su humildad innata. Y, sin rehuir opiniones sobre los temas del momento, Cuba, ecología, inmigración sangrante, capitalismo sin rostro humano, etc.; se pone siempre del lado más débil. De los más desfavorecidos. Que Dios le proteja para que llegue bien al Sínodo inminente sobre la Familia.
JortizrochE
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