Julián Carcaño Pareja
Militante de Los Verdes de Torrevieja
Se empieza a percibir el cambio positivo que está experimentando la enseñanza pública valenciana después del aplastamiento que sufrió durante los veinte años de gobiernos del PP. Como es habitual en su marca nacional, el PP favoreció a la enseñanza privada primando los conciertos con la misma al tiempo que propiciaba la pérdida de calidad de los centros públicos. En nuestra comunidad, el PP convirtió las obras en los colegios en un gran negocio para sus amiguetes empresarios a cambio de comisiones ilegales, bien para sus propios bolsillos o bien para financiar alguna caja B del partido, como desvelan la Operación Taula y las investigaciones del Caso Imelsa. Mientras metían a miles de niños en barracones, encarecieron el coste de las obras de los colegios con sobrecostes y ampliaciones innecesarias y se repartieron los beneficios del pillaje durante muchos años. En poco más de un año, el Gobierno Valenciano del cambio está consiguiendo recuperar el pulso en la educación. De momento, se ha erradicado la corrupción de la etapa del PP. Incluso se ha suprimido un sobrecoste de 4 millones al acabar con los horarios duplicados de Religión que se impartían innecesariamente en los centros públicos.
La Conselleria de Educación ha logrado recuperar en un solo año a la mitad de los docentes que suprimió el PP en la Comunidad Valenciana con la excusa de la crisis. El actual curso cuenta con 2.800 profesores más, con lo que la ratio baja una media de tres alumnos por aula con respecto al último año del gobierno del PP, de 25,2% a 22,7% de ratio. El conseller Marzá afirma que con una financiación justa de la Comunidad Valenciana habrían revertido los recortes del PP en un solo año. Hay una apuesta decidida por dejar que sean los padres y madres de alumnos los que determinen la jornada continua o partida en los colegios, se da un mayor protagonismo a la comunidad educativa y se ha impulsado el programa del banco de libros de texto gratuitos. Por primera vez, las ayudas de Educación para el comedor escolar cubren el 100% del coste para las familias más necesitadas. La dirección general de Centros ha distribuido las becas en cinco tramos de forma que pagará entre el 100% real y el 47% de lo que cuesta el menú. También desde la Conselleria se ha intentado reorganizar el desastre del transporte escolar y de las ayudas al mismo heredado del PP, poniendo unos criterios homogéneos.
Pese a todos los avances, persisten diversos problemas, como podemos observar en ciudades como Torrevieja, localidad que también fue víctima de los desmanes del Partido Popular en materia educativa. Mientras que muchos niños fueron educados en barracones, la trama corrupta del PP se llevaba una mordida de casi 200.000 euros de las obras del IES Mediterráneo de Torrevieja a cambio de incrementar artificialmente en 1.700.000 euros el coste inicial de los 6 millones de euros presupuestados para esta obra.
En Torrevieja, los problemas educativos se complican con una problemática urbanística de difícil o imposible solución. La ciudad fue desarrollada por el PP atendiendo a los intereses de los especuladores urbanísticos y sin tener en cuenta los intereses de las familias y de los niños.
Es el caso del Colegio Amanecer, que lleva doce cursos en barracones y cuya construcción en ladrillo, tras el informe desfavorable de la Conselleria de Educación a los terrenos de Villa Amalia, cambiará su ubicación a una parcela mucho más idónea sin que ello suponga ningún retraso en la construcción del colegio.
En relación con la problemática del transporte escolar que presenta Torrevieja, la Directora Territoral de Eduación, Tudi Torró, reconoce que «Torrevieja se sale de los parámetros», porque en su día se decidió ubicar la mayoría de los colegios e institutos fuera del casco urbano. Atendiendo a ese criterio de excepcionalidad, Torró mantiene que se becará a más alumnos «por la excepcionalidad» de la situación de los centros en Torrevieja.
En fin, cuántos problemas nos habríamos ahorrado si los que antes gobernaron malgastando y robando el dinero público, al menos, hubieran hecho las cosas medio bien.
Los inicios de curso de este año y del pasado, los más caóticos de las últimas décadas. A alguien le va a crecer la nariz como a Pinocho.