En junio pasado, el sr. Obispo tuvo a bien nombrar a nuestro párroco D. Manuel Martínez Rocamora también párroco de San Pedro y San Pablo, de la que era Administrador desde hace un año.
El próximo domingo día 9, a las doce, le dará posesión el Vicario de zona, D. Jesús Ortuño Rodríguez, en una Misa Solemne en la que a buen seguro los feligreses de la Inmaculada y su Coro parroquial participaremos junto a los de allí, con la natural emotividad que el acto supone. Nuestras oraciones y deseos serán para que D. Manuel pueda cumplir con eficiencia esa doble e importante misión de pastoral.
Les comentaba hace un mes lo que casi todo el mundo comentaba. Tampoco soy tan original. España está sin gobierno un año casi. En uno de los párrafos decía «que mucho están tardando los órganos rectores del PSOEspañol en pronunciarse, dando un puñetazo encima de la mesa», para salvar la situación en bien de todos… Pues ya han dado ese puñetazo, viendo venir con nocturnidad un proyecto vil para España, de los cuatro muchachos… No quiero pensar, sin embargo, que tarden muchas horas en decidirse por lo que queda y es lo más normal en democracia… Dejar gobernar en minoría a quién ha ganado por dos veces en las urnas o decir abiertamente que vayamos a unas terceras o cuartas elecciones. Aunque queda otra, apuntada de tiempo en tiempo por unos cuantos entre los que estoy, y es la de formar un gobierno, sólo para una legislatura, en la que se hagan imperiosamente las reformas que España necesita. La mejor, sin duda. Esto lo saben todos. Los que quieren correr demasiado y los que quieren quedarse quietos… Pero lo saben. Lo incomprensible es que, teniéndolo que hacer con todos, y ahora nos encontramos en una ocasión inmejorable, se empecinen en no hacer nada y dejar ello en el pudridero de la historia. Y ya no hablo de detener el actual estado de crispación al que nos tienen acostumbrados. No guardan las formas ni dentro del Congreso, ni fuera en sus comparecencias ante los medios, que también tienen tela…
Patético cuando la política tiene en estos momentos retos de mucha consideración. Sufrimos una avalancha de acontecimientos que se nos han venido encima -somos aldea global, dicen, para lo bueno y lo malo- y nos está siendo difícil digerir sus consecuencias. La guerra fría, apéndice de la última gran guerra mundial, ya no está, pero en su lugar tenemos guerras calientes en muchos lugares del mundo. Ahora, los estados se enfrentan a guerrillas de miles, armados hasta los dientes, con violencia y destrucción devastadoras. A la crisis económica se suman también las derivadas de esas contiendas con sus migraciones espantosas casi imposibles de gestionar… No hay solidaridad, no tenemos solidaridad. Nos cercan los populistas y los demagogos. Está el terrorismo de la Yihad. Y está, sobre todo, no lo olvidemos, ese estado del bienestar pomposo que nos empeñamos en hacer incólume, cuando se tiene que costear con trabajo, tesón y austeridad.
JortizrochE
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