El hecho vergonzante, humillante, como estaba planeado, se ha consumado. Los capitostes de la izquierda socialista han antepuesto y prevalecido más sus intereses de partido; y han traicionado a toda la izquierda, sus militantes y la gente del pueblo de a pie que les habían votado, con la esperanza de un cambio. Al PSOE, de capa caída debido a su mal funcionamiento como izquierda, ahora, envuelto en cultos, egos, y ansias de trono, poder y ambiciones, le importan un comino sus seguidores y votantes. Ni siquiera el ideario del genuino Pablo Iglesias, fundador del socialismo de izquierdas al que deberían respetar y practicar en toda su magnitud.
Ahora el PSOE, derrotado, desorientado, doblegado, y zozobrando, en aguas turbias, turbulentas, donde el poder es lo que prima; no el bien de un país, oprimido, amordazado, desangrado por la derecha, a la que ellos le han otorgado y entregado en bandeja de nuevo el poder, para que siga asfixiando, domando, y conduciendo al pueblo como un rebaño de su pertenencia.
El día «D», «vivos» y «difuntos», el PSOE, ha cavado una tumba con un epitafio: AQUÍ YACE UNA ESPERANZA. HA MUERTO A MANOS DE LOS QUE LA ENTERRARON. RIP. REQUIESCAT IN PACE. AMÉN. Y ahora, el PP, pletórico, exultante de gozo, ha conseguido sin esfuerzo lo que quería, que gobernase la lista más votada. Al «César»… lo que no es del «César». «El triángulo de las bermudas», en conexión PP, PSOE, C’s, es un triunvirato… que da qué pensar… como los poderes fácticos, que mangonean y manipulan, el país.
Josefina García
Dña. García, léase lo que le he puesto a Manolito
Ajo y agua