La encrucijada

Este juntaletras, como ciudadano de mundo, no sale de su asombro, con que se esté llegando a unos parámetros de sorpresa permanente, por los acontecimientos que suceden en este planeta «nuestro».
Me refiero, en concreto, por ejemplo, en el tema del terrorismo y las guerras internacionales, movidas por intereses oscuros e inconfesables, donde el negocio de la venta de armas está por encima de la vida de las personas. Donde el control por el Imperialismo de lugares estratégicos del planeta Tierra, donde las materias primas son la base de esas guerras, con las matanzas en masa de amplias capas de la ciudadanía, y que las personas que manejan los hilos de este sinsentido, sin ningún escrúpulo, se acuestan todas las noches en la cama sin ningún remordimiento. Es una vergüenza.
Todo esto, con el añadido de las religiones, forma un cóctel que veremos si hay algún «guapo» que esto lo pare, o de lo contrario vamos a salir algún día volando todos por los aires.
A nivel de «casa», hacía tiempo que no se veía una maniobra tan escandalosa de chantaje en el tema laboral como la deriva tomada por la patronal en el tema de los estibadores portuarios, donde los acuerdos prácticamente cerrados con los trabajadores han terminado en la papelera, obligando a este colectivo a ir a la huelga, en defensa de sus derechos laborales. Aquí se demuestran los amplios tentáculos del Neoliberalismo, que no aceptan como una derrota la lucha de los trabajadores por defender sus puestos de trabajo. Este conflicto laboral va a traer «cola».
Yo me quedo sorprendido por el cariz que ha tomado el tema de la moción de censura que ha registrado Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, con el único objetivo de sacar del poder a un PP corrupto hasta las «trancas», y que en España gobiernen la Democracia y la Libertad, y NO esas organizaciones que están moviendo los hilos detrás de las bambalinas, y que nadie les ha votado. Yo me quedo de piedra diariamente oyendo y leyendo los medios de comunicación, donde la consigna es desprestigiar la moción de censura, y a sus líderes que la encabezan, y no entrar a valorar con valentía, y dignidad, si existen motivos coherentes para dar ese paso, y mandar a todos los corruptos de una vez por todas a la cárcel, y que devuelvan todo lo robado.
En este asunto se demuestra la cantidad de chupópteros que comen todos del dinero público, y no se les cae la cara de vergüenza. Como decía Mota el otro día en la tele, «Yo soy el más listo… Soy tertuliano».
Seguimos galopando…
¿Hasta cuándo? Al tiempo.

Gerardo Garrido

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