Ruedas de molino

Juan Carlos García Sala
Vocal de Ejecutiva de Sueña Torrevieja

Muchas veces, hemos visto como la llegada de un nuevo entrenador (hablamos de fútbol), pone nerviosos a los futbolistas y tratan por todos los medios de satisfacer los deseos de éste para poder jugar al domingo siguiente. Algo similar pasa en la vida corriente: nuevo encargado, nuevo jefe, nuevo administrador, etc. Pues en el “periodismo” es lo mismo: a veces con la llegada de nuevo mando en plaza, una manita de vaselina (eso sí, rebajada para que no resbale mucho) y un poquito de peloteo (sin acritud), nunca vienen mal.
Pensaréis: ¿Por qué todo esto? Pues a colación de un artículo de opinión aparecido en Torreguía-El Periódico de Torrevieja-, donde se pasa con guante de terciopelo por los últimos acontecimientos del pueblo, no sea que…
Repasemos: los materos nunca han dicho que quieran independizarse de Torrevieja. De hecho lo que hay es un estudio para considerar este rincón de Torrevieja como entidad local menor y hemeroteca a montón.
Y hablando de retroprogresismo (bonito palabro), la chapuza retroprogresista del mes, encabezada por el concejal habanero, la tuvimos el pasado 30 de junio donde de un plumazo (creo que de gaviota) se acabó con una tradición de 24 años. Sí, sí, 24 años, y nos quieren meter a tornillo que allí empezó todo. Efectivamente allí empezó el “CERTAMEN DE HABANERAS”, no “HABANERAS EN LA PLAYA”, que se comenzó en la PLAYA. Sí, en la playa donde año tras año, coros formados expresamente por amigos, vecinos, amantes de la habanera, etc. hacían participe a miles de ciudadanos locales y foráneos, que con nevera cubitera, mesa plegable, tuppers correspondientes y eso sí, servilleta blanca para acompañar a la Bella Lola a despedir a su amado, disfrutaban de una noche única y esperada.
Pues todo esto se acabó (María Jiménez dixit), y sí, duele; duele porque las tradiciones del pueblo se van perdiendo y algunos se vanaglorian de ello, ¿han preguntado a los ciudadanos?, ¿han recogido las quejas y la disconformidad con este asunto? Pero bueno, siempre nos quedará que las playas están limpias, eso sí, este año sin Q (ya quedan menos cosas que quitar).
Ah, se me olvidaba, ¡un poco de respeto a las tradiciones! Aunque no sean nuestras eso sí, Habaneras en la Playa después de 24 temporadas…AL CARRER.
Hay que ver, que después de siglos, las ruedas de molino siguen sirviendo pá comulgar.

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