Marcha de don Tomás y otras cosas

Si en mayo me cupo la suerte de poder anunciar desde los ecos del campanario la ordenación en nuestra parroquia, como diáconos, de dos jóvenes, esta vez ya no es tan alegre comentar que nuestro D. Tomás se ha marchado a sus tierras de León, vencido por el dolor y la enfermedad. Saben Vds. por la proclama de nuestro párroco D. Manuel en las misas del domingo, de su buen estado relativo de salud, y que ha ingresado en la Casa Sacerdotal de Astorga. Noticia buena. Yo lo comento porque pienso que el imaginario colectivo de la parroquia tardará en olvidarse de la labor desarrollada por él a lo largo de más de quince años entre nosotros. No le veremos ya diciendo misa, ni dentro del confesionario, ni bautizando, ni en la exposición del Santísimo, ni rezando con las mujeres en la capilla, ni con su andar a trancas y barrancas presidiendo cualquier procesión. Estaba siempre en todos lados, y cuando entrabas a la iglesia a la hora que fuese, nunca te extrañaba coincidir con su presencia. Rezaremos por él, como él rezará por nosotros.
Anoche sobre las diez ya oíamos los pitidos estridentes de los silbatos de la policía, reconduciendo la entrada de los coches por el paseo de Vista Alegre a sus respectivos aparcamientos. Eran preludio del sonar de las habaneras en su noche de inauguración a la que asistí. Por cierto, que según mi criterio nada riguroso y casi lego en teoría rítmica, del dos por cuatro, me resultó algo insulsa. Pero ya esperamos hoy la primera velada de concurso y, por tanto, se pondrán más altos los listones.
Y en el verano, además del intenso calor que sufrimos, se aceleran muchas cosas. O eso dicen que dicen. Se pintarán los pasos de cebra peatonales, ¿dará tiempo?, y se quitarán los chiringuitos que no tengan la papela en regla. ¡Pues cóbrenles billetes este verano, que vendrá clientela, y dejen el desahucio para cuando vengan las lluvias! Ahora dicen que va en serio lo del desdoblamiento de lo que yo llamo carretera de circunvalación; que el Teatro Municipal está a punto de abrir sus puertas y que la empresa esa de Cartagena que contratará la gestión del Auditorio hará que seamos una ciudad distinta en sentido cultural, que falta hace. ¡Ah! Y que no está muy claro que los materos puedan conseguir su pretensión de ser «ente local», eso sí, sin independizarse de Torrevieja. Como está mandado, y no como los del «prusés» catalán, que están en plena ebullición. La sra. Santamaría dice que no se celebrará el referéndum, pero esos locos independentistas fabricados por la inmersión lingüística histórica y cultural del clan Pujol -años ha-, «España nos roba», (¿¡qué coño es eso de la UCO!?), están que se salen. Choque de trenes no habrá porque no hay trenes, pero rasguños, palos y pelotas de goma, unas cuantas… para parar un tren, vaya. Y que compran las urnas sí o sí, y que estamos en 18 de julio (qué fecha, madre) y mira que hasta el 1º de octubre (jo, qué fecha, madre), tienen que pasar setenta y tres días. ¿Y no hay tiempo, ingenuo de mí, para que Rajoy y Rivera puedan citarse con el sr. Sánchez, ese muchacho que un 21 de junio de 2015 hizo desplegar una gigantesca bandera de España cuando fue proclamado candidato por su partido a la Presidencia del Gobierno, para ver si de verdad en lo primero que piensa es en España, su patria? (¿Y Vd. qué dice, sr. Corcuera?)

JortizrochE

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