En el mes de mayo, estuve en Galicia pasando unos días. Como casi siempre que voy a este lugar de nuestro país, realizo una visita al Apóstol Santiago y, esta vez, he tenido la suerte de ser elegido para volver a leer las lecturas de la Eucaristía en la imponente Catedral del Pórtico de la Gloria, en misa celebrada por el Deán de la misma. En ese día y, como siempre lo hacemos, nos damos una vuelta por la plaza de abastos, donde compramos el marisco fresco y nos lo cocinan en los barecillos de alrededor, a cambio de la bebida y un euro por persona. Cuál fue nuestro asombro al ver que dichos bares estaban cerrados a cal y canto, y de los puestos de la nave de la plaza solamente había dos abiertos. Preguntamos en uno de ellos si es que era fiesta en Santiago de Compostela, contestándonos que no, que el motivo de estar cerrados es que el Ayuntamiento, que gobierna Podemos, había subido tanto los impuestos que habían tenido que cerrar, y que ellos, al estar solos, vendían mucho y podían aguantar, no sabían hasta cuánto tiempo. Todo esto me hizo pensar y saqué la conclusión de que unas 250 a 300 personas habían quedado sin empleo y dados de alta en el paro, por lo que el Ayuntamiento había perdido ingresos al haber cerrado tantísimos puestos de venta al público.
En este mes de julio he realizado otro viaje a Francia, concretamente a la ciudad de Lourdes, viaje que vengo haciendo durante más de 22 años, para ver a la Señora (La Virgen de Lourdes). En la habitación del hotel podía ver en la televisión la primera cadena y 24 horas que trasmitían en español. Entonces, en esta segunda cadena, pude ver y oír una entrevista que le hacían a una señora de Unidos Podemos que, según decía, era abogada, y la conversación era sobre la aprobación por parte del Congreso de los Diputados del Techo de Gasto en los Presupuestos Generales del Estado. Dicha señora dijo que se tenía que haber votado el techo mínimo de ingresos en lugar de los gastos. Claro está, esta sra. desconoce los movimientos de la economía, que obtiene resultados con el control del gasto.
Cuando trabajaba para mi empresa, entidad financiera, tenía que realizar los presupuestos anuales del gasto, siempre teniendo en cuenta los índices y % que me imponía la alta dirección, esto nos llevó a ser la entidad más rentable de Europa en términos relativos, pues existían varios departamentos que controlaban el techo del gasto, pues es difícil mantenerlo teniendo en cuenta los imprevistos. Las empresas más fuertes de nuestro país trabajan con el control de gasto, pues un descontrol del mismo te puede llevar a serios problemas económicos.
Ha llegado a mis oídos que, en Barcelona, querían expropiar la Catedral de la ciudad para convertirla en un economato. Dense cuenta del disparate, pues la izquierda radical no sabe qué hacer para dañar a la Iglesia y creen que, quitándole los templos, pueden acabar con ella. Su incultura religiosa les hace pensar que la Iglesia son los curas y los templos de piedra y argamasa. No saben que la Iglesia se compone de más de 1.500 millones de personas cristianas, cuya cabeza es Cristo. Los templos son solamente lugares de reunión y celebración de los Sacramentos. La Iglesia la componen las personas que somos cristianos, apostólicos y romanos, dado que descendemos de los Apóstoles, los cuales, para celebrar la Partición y Bendición del Pan, se reunían en cualquier casa o edificio.
También quieren que la Iglesia pague el IBI de sus edificios, otro error de los que no quieren a la Iglesia, pues la misma es igual a cualquier otra asociación sin ánimo de lucro, la cual está acogida a la Ley 49/2002, de 23 de diciembre que regula el mecenazgo, por lo que está exenta de dicho impuesto y el de Transmisiones patrimoniales, al igual que todas las asociaciones, fundaciones, patrimonio histórico, edificios declarados de interés cultural, sindicatos, etc. O sea, que tendrían que cambiar algunas leyes que afectaran a todos por igual, no sólo para la Iglesia.
¿Por qué odian tanto a la Iglesia? Tal vez porque en nuestra vergonzosa Guerra Civil, la jerarquía de la Iglesia se unió a los conservadores revolucionarios y no al gobierno legítimo elegido por el pueblo, pero antes de esto la Iglesia ya era perseguida y ultrajada por dicho gobierno. Ahora la Iglesia permanece neutral e incluso existen sacerdotes que militan en otros partidos no conservadores y no se meten con ninguna tendencia política, solamente sus quehaceres religiosos, se rigen por la Biblia y especialmente por el Antiguo Testamento.
Yo me pregunto: ¿por qué odian tanto a la Iglesia? Y no a los musulmanes, los testigos de Jehová, los judíos, los protestantes y otras religiones, sino solamente a la Iglesia católica. Ella ha pedido perdón públicamente, a través de Juan Pablo II, por sus malas prácticas en la antigüedad, lo que nadie ha hecho por una guerra entre hermanos.
Recientemente en Granada, ha habido una congregación entre católicos, judíos y musulmanes, o sea, las tres religiones monoteístas. En ella, el representante católico hizo reconocer al musulmán que, según su religión, le mandaba matar al infiel, lo que les hacía alcanzar el Paraíso; en cambio, el sacerdote católico le manifestó: «Entonces, ¿matándome a mí, tú subirás al paraíso?». El musulmán dijo que sí. Entonces el sacerdote le dijo: «Fíjate, tu mismo Dios a mí me manda que yo te AME a ti que me quieres matar». El musulmán quedó mudo.
Carlos García
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