¿Qué hace éste aquí?

Eso es lo que te estarás preguntando al leer mis personales reflexiones en este medio; al llegar este ejemplar a tus manos, o al pinchar el enlace con mi foto. Te puede resultar extraño que pase a convertirme en un colaborador habitual de «El Periódico de Torrevieja», formando parte de la variopinta e indescriptible familia (así me han recibido) de los que opinamos con mayor o menor acierto, en este pedazo maravilloso del LEVANTE ESPAÑOL.
Es verdad que, durante años, habéis leído sobre mí todo tipo de aseveraciones, y comentarios hacia mi persona. Algunos de ellos simplemente increíbles, por falsos. Pero no es menos cierto que, sin esas calumnias, fruto de la impotencia que caracteriza a los perdedores natos, habría sido más difícil para un torrevejense como tú o como yo, llegar mediante sufragio universal a Madrid y ocupar un escaño en el Hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, ochenta años después. Por ello, a vosotros también gracias; ponla… y apunta.
Debo destacar la valentía de la dirección de «El Periódico de Torrevieja», al contar conmigo para esta sección fija titulada «En el Dulsísimo Nombre». Han pasado más de seiscientos días desde que renuncié como concejal de Torrevieja, para representar a mi tierra en Madrid, y agradezco la oportunidad que me otorgan para escribir de lo que me plazca y sobre lo que considere. Cuando alguien de Torrevieja me pide colaboración, la tiene si está en mi mano. La credibilidad de los medios se basa en la diversidad de la opinión publicada, que será interpretada como considere por los destinatarios finales: vosotros, los lectores. Y en estos tiempos tan difíciles que corren, esa diversidad, y la capacidad de darle su espacio, es fundamental para generar sociedades libres y democráticas. Por ello, mi agradecimiento es doble a la dirección del medio. Por permitirme opinar; y por contribuir a formar una sociedad diversa en la opinión.
No seré del gusto de todos. Expresaré lo que sienta sobre la actualidad conforme se tercie. No voy a pedir perdón, por ser español, cristiano, defensor acérrimo de la lengua materna de cada lugar, ni por ser amante de las tradiciones de mi pueblo.
Será inevitable no referirme a las andanzas chapuceras, protagonizadas por los concejales del ya conocido por todos, como el peor gobierno municipal de la historia de Torrevieja. Los analizas uno a uno, y te sale un «En el Dulsísimo Nombre».

2 comentarios

  1. «Han pasado más de seiscientos días desde que renuncié como concejal de Torrevieja, para representar a mi tierra en Madrid…»

    A ver, usted, como Diputado, representa la soberanía Nacional de todo el Pueblo Español, los que le hemos votado y los que no. Entérese y actúe en consecuencia, corcho!!

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