Como catalán que soy, además de seguir la bronca que los políticos catalanes han montado con el tema del «Procés», estuve viendo por TV3 una parte del debate sobre la ley de desconexión en el Parlament Catalán, por aquello de que no sea que las televisiones estatales «manipulen» la información, así también vería la «manipulación» de la TV catalana; al fin y al cabo, casi todos los medios obedecen a un amo.
Pude observar con estupor cómo el Parlament Català se transformaba en Parlament Catalibán, ya no sólo por lo que allí se vivió, un auténtico atraco a la democracia, sino por todo el proceso en general, porque yo me pregunto: ¿la lucha principal de estos Catalibanes no estaba centrada en que el pueblo pudiera votar, «libremente», si quiere o no la independencia de España? Si esto es así, y en el supuesto de que nuestro actual marco legal lo permitiera, lo lógico sería que primero se hiciera la votación, y, siendo legal esta consulta, repito, y suponiendo que la mayoría del pueblo de Catalunya vota «libremente» que SÍ, pues su gobierno empezara a preparar todo lo relacionado con la independencia.
Total, por lo que hemos visto, es un trámite que en su Parlament tarda menos en aprobarse que el decir buenos días. Así sí podrían cantar con todas las de la ley «Els segadors» y no haberlo hecho tras el esperpento que supuso eliminar descarada y vergonzosamente a la todos los que no piensan como ellos.
Volvamos al hilo de la cuestión. De momento no se ha hecho ninguna votación con respecto a la independencia de lo que ahora es la República Catalibànica, pero estos catalibanes ya han preparado su propia Hacienda Pública, el Parlament a su medida, y ya tienen las leyes preparadas para ver cómo se construirá el futuro de esa República Catalibànica.
Todas estas actuaciones dan a entender que NO les interesa en absoluto lo que pueda pensar el pueblo, o sea, les da igual que haya o no votaciones, o, si las hay, les da igual el resultado, el catalibán ya tiene claro que su República se hará guste o no guste, porque es lo que ellos imponen.
De verdad espero que los catalanes que viven allí, en la desgraciada e ilegalmente ya constituida República Catalibànica, tengan más sentido común que esa pandilla de catalibanes y el día 1 de octubre no les hagan el juego, porque si se lo hacen, después que no se quejen si les obligan a llevar «barratina» y la «estelada» cosida a la ropa, porque el que no la lleve será señalado por los «Lluitadores de la República» (que actualmente son los que utilizan el miedo y la violencia para conseguir sus fines, ejemplo del tema turismo).
Es bueno leer para recordar y no volver a caer en los errores cometidos por dejarse llevar por los ideales de unos «supuestos salvadores», como por ejemplo los nazis, los stalinistas, los talibanes, etc.
Hace 11 años que no vivo en Barcelona, y en Torrevieja se vive el auténtico espíritu del respeto por las diferentes creencias. Somos más de 140 nacionalidades diferentes y cada una con su religión, sus ideales y sus maneras de pensar, pero por lo que vivo, nadie impone nada a nadie, eso es digno de admirar.
Txema Álvarez Bolaños
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