Todos estamos preocupados por el problema que existe con Cataluña. Parte de sus habitantes, inducidos por la gestión política de sus gobernantes, quieren separarse de España y constituir un estado independiente. Claro está, es una medida hecha por ideales radicales de sus gobernantes actuales, los cuales es posible que tengan algo que ocultar y no desean que se conozca. Cuando uno tiene hijos, recuerda las cosas que solían hacer de pequeños. Por ejemplo: Mi primera hija, cuando llegó ese momento en el que comenzó a andar y a querer conocer y cogerlo todo, siempre le llamaba la atención el cigarrillo que yo solía dejar en el cenicero apoyado y del que salía el humo. Yo nunca la dejaba cogerlo porque se podía quemar, pero, ante su insistencia, un día me descuidé, la dejé que acercara su mano cerca del mismo, hasta que sintió el pequeño dolor al tocar la ceniza y se asustó, hecho que trajo como consecuencia que no le interesase coger de nuevo el cigarrillo, pues ya sabía que aquello podía hacerle daño. Desde ese día, hace más de 30 años, me dejé de fumar y no me he puesto un cigarrillo en mi boca hasta la fecha. Algunos gobernantes catalanes parecen infantiles, o sea, como niños -«y ahora no te ajunto»-, hasta que se den cuenta del daño que le van a causar a nuestro país y a su comunidad.
El 14 de septiembre se le hizo una entrevista a D. Gonzalo Bernardos, profesor titular de economía de la Universidad de Barcelona, analista y consultor económico e inmobiliario, aunque su origen es aragonés. Este sr. no es político, pero tiene un extenso conocimiento de la economía española y, en especial, la catalana. Sobre la independencia de Cataluña, afirma que, financieramente, ésta se empobrecería sensiblemente y los sueldos bajarían, los impuestos tendrían que subir en un porcentaje elevado y, con la bajada de su PIB, la renta per cápita bajaría también sustancialmente. Tenemos que tener en cuenta que sus empresas perderían gran parte del mercado español, que representa unos 42 millones de consumidores, por lo que muchas de ellas se saldrían de Cataluña para instalarse en territorio español. Si ustedes ven a menudo la televisión, se habrán dado cuenta de que los dos bancos catalanes (La Caixa y el Banco de Sabadell) están realizando una campaña de anuncios exhaustivos, con tal de que sus depositantes no comiencen a sacar sus ahorros de ambas entidades, por el hecho de ser de la citada comunidad. El sr. Bernardos, ante la pregunta de la periodista que lo estaba entrevistando, sobre quién tenía la culpa de esta situación, éste sr., sin pelos en la lengua, indica que los culpables han sido el sr. González, el sr. Aznar y el sr. Zapatero, dado que debían haberse dado cuenta de que, con los nacionalismos, no se debía haber negociado en la consecución de votos en los intercambios políticos, sino que se debía haber cambiado la Constitución o hacer una nueva que dejara a cada uno en su sitio y en su espacio.
Con referencia al sr. Rajoy, indica que, si bien la macroeconomía está dando frutos positivos, éstos no se reflejan en las personas, pues los sueldos están bajísimos y en los convenios se está negociando sobre un aumento del 1,3, cuando la inflación va a ser de 1,6, o sea, que el trabajador medio perderá poder adquisitivo. Otra de las cuestiones que este sr. se plantea es que los trabajadores, en general, deben ganar un sueldo digno y no las cifras que actualmente se manejan. Pone como ejemplo el empleo de los camareros, que trabajan muchas horas y que sus sueldos no corresponden, con justicia, a este intenso trabajo.
La presión impositiva no está regulada justamente, pues el porcentaje más amplio de los presupuestos del Estado está soportado por los trabajadores. Por ejemplo, en 2015, las empresas pagaron de impuestos casi el doble que en 2016, o sea, que en este ejercicio se les han bajado los impuestos, mientras que al resto no.
Esto es un extracto de la entrevista realizada al sr. Bernardos, como indicaba al principio, y, como verán, no tiene desperdicio.
Con el problema de lengua catalana, lengua valenciana, lengua gallega, etc. Las comunidades se están gastando una buena cantidad de millones de euros, y hoy precisamente, que el mundo trata de entenderse, nosotros queremos construir una Torre de Babel, sin tener en cuenta que estamos confundiéndonos unos a otros con tanta lengua distinta, que hace que no tengamos aclare y nos va a pasar lo de la Biblia, que la torre se nos va a venir abajo.
En fin, hay una cosa en la que el sr. Bernardos y yo coincidimos, y es que, como él mismo indica en su entrevista, existe una gran falta de «SENTIDO COMÚN», especialmente en los políticos actuales. En el Congreso, se habla mucho de corrupción, se están aprobando o denegando leyes o propuestas cuyos problemas no afectan sensiblemente a las personas, y nadie coge al «toro por los cuernos», pues lo que hacen falta son Proyectos de Ley que animen a los emprendedores, que aumenten las empresas, que se llegue a un acuerdo para que los sueldos sean justos, con objeto de que haya más consumo y se creen más puestos de trabajo, pues parece ser que nos conformamos con que el turismo crezca y sea una buena parte de nuestros ingresos, pero eso no basta, hay que tener mucha más imaginación.
Si alguien de ustedes quiere ver la entrevista que anteriormente he citado, solamente tiene que entrar en YouTube y poner «Entrevista a Gonzalo Bernardos».
La democracia en nuestro país, en lugar de ser un sistema de gobierno y convivencia, parece un producto del que uno se puede apropiar y manejar a su antojo, o sea, acomodarlo a sus necesidades del momento sin importarle para nada los demás. En él, se le ha dado tanto bombo a que la democracia es libertad y que nos proporciona a cada uno un sinfín de «DERECHOS», pero a nadie le he oído nombrar y decir que la misma también conlleva un sinfín de «OBLIGACIONES» que hoy casi nadie respeta. Mi libertad termina donde comienza la de ustedes.
No existe bandera de cualquier país europeo que sea tan degradada como en el nuestro, no existe sentido de «PATRIA», es silbada, pisoteada, quemada, etc.
Carlos García
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