Reconociendo de antemano que el problema territorial es grave, con Cataluña a la cabeza, y después de haber leído declaraciones increíbles de la señora Forcadell, de que la DUI era simbólica y de que no había garantías jurídicas para hacerla efectiva, yo ya no sé si me entran ganas de reír, de llorar o de cortarme las venas. Mogollón de tiempo hablando, escribiendo, terutuliando los españoles todos del rídículo de los independendistas, y resulta que no valía para nada. Bueno, sí, para ocultar o evitar otros problemas sociales y políticos tan graves o más que el monólogo catalán. Y esto mismo que digo yo lo ha redicho Joaquín Estefanía, que es un periodista mucho más aplicado que yo, de aquí a Lima. Total, que un jefe de la UDEF (Pujol «paere» ya se pregunta qué coño era eso de la UDEF) manifiesta que Rajoy cobró sobresueldos, indiciariamente; que la TVE, de todos, censura la declaración del inspector jefe de la Gürtel en el Congreso; que Ignacio González sale de la cárcel; que los bancos siguen ganando un pastón que te cagas; que los salarios no suben ni «pa» Cristo; que los jóvenes no pueden conseguir una vivienda; que el futuro de las pensiones pinta muy mal, y así hasta llegar a que la crisis económica sigue estando presente en nuestras vidas y haciendas. En cuanto a lo particular, a la Aldea Local, una buena parte de la ciudadanía manifiesta que la ciudad no está tan limpia como debiera, y que se cierran chiringuitos y cafeterías de la Macrodiscoteca, es decir, que todo lo ven negro y apocalíptico, en base a la propaganda que se agita constantemente (y que también algo de razón hay, oye). Sin embargo, se pasa de puntillas por asuntos como los conseguidos Talleres de Empleo, la importante bajada del IBI; la inminente expropiación de la Casa de Los Balcones, un inmueble protegido y que está en ruinas; la piscina climatizada que está a punto de reabrirse; la construcción de la Guardería Infantil para los próximos presupuestos municipales; la negociación callada, suave, e interesante que se lleva en torno a la aprobación de los Presupuestos para el ejercicio 18; el esfuerzo por desenmarañar el barullo existente en el Cuerpo de la Policía Municipal; y… finalmente la inevitable compra de sillas y vallas y megafonía y lo que haga falta para que dejemos de gastarnos una pasta gansa en alquileres de esta índole, y así no ocurrirán situaciones esperpénticas como las que han ocurrido por culpa del diablo cojuelo que siempre anda suelto en una esquina para liar la badana hasta límites estratosféricos.
En fin, que no sé todavía por qué extraña razón las gentes somos tan negativas, y la propaganda es tan apabullante. Salud y buena quincena, y buenas fiestas locales y patronales y torrevejenses.
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