» Además, se solicitaron 251 licencias de obra mayor para la construcción de 730 viviendas
La concejala de Urbanismo y Actividades, Fanny Serrano, ha realizado una comparativa de los datos de los distintos tipos de licencia concedidos desde 2015 hasta 2017, los cuales revelan que en 2017 se produjeron unas 4.000 transmisiones inmobiliarias. Para Serrano, esta cifra nos da una imagen de un sector “muy revitalizado que se ha reactivado con un repunte al alza incluyendo positivamente en el desarrollo económico de nuestro municipio”. En cuanto a las licencias de obra mayor, se otorgaron 251 licencias para la construcción de 730 viviendas frente a las 186 licencias concedidas en 2015 correspondientes a 551 viviendas. En obra menor, las licencias pasaron de 1.083 en 2015 a 1.129 en 2016 y 1.069 en 2017. Además, en 2017 se tramitaron 254 cambios de titularidad y 6 licencias ambientales.
Vallado de solares
Serrano también destacó el «repunte significativo» que se ha detectado desde que se inició el plan de choque de vallado de solares, que ha pasado de 16 en 2015 a 46 en 2017. Además, señaló como prioridad del equipo de Gobierno «reactivar el cumplimiento de la legalidad urbanística». En 2017 se incoaron 482 expedientes de disciplina urbanística frente a los 207 de 2016 y los 182 de 2015. La edil explicó que del total de expedientes se han archivado 178 en los últimos tres años, de los cuales 50 han sido legalizados, 79 demolidos voluntariamente y 49 por prescripción o duplicidad.
A ver, bonica: deberías decir que gracias a la salida del gobierno de tu ex-sectretario general (creo que le decían ZP -no me hagas caso-) se ha superado la crisis (creo que la negaba llamándola suave desaceleración -tampoco me hagas caso-) y por tanto el sector sí se ha “reactivado con un repunte al alza, influyendo positivamente en el desarrollo económico de nuestro municipio”
De nada; me gusta ser útil.
Otra vez el cuento de nunca acabar. Sólo hay actividad económica con la construcción de viviendas, y así nos va. Hemos dejado perder una magnífica oportunidad de cambiar la economía, de especulativa a productiva.
Volveremos a crear la burbuja inmobiliaria, y volverá la crisis. El ciclo volverá a darse, ya que nadie ha hecho nada por cambiar.
La que saca pecho, con la construcción y especulación es socialista. PSOE, PEPÉ, el mismo paripé.
Ayer el de Pinoso (creo que le decían Solbes y era de tu cuerda-no me hagas caso-), dejó a ZP como Cagancho en Almagro.
Cagancho fue un gitanillo metido a torero, de gran genialidad y no tanto valor, capaz de las mejores faenas y de las espantadas más sonoras.
Más apreciado en Méjico que en nuestra Patria, fue en agosto de 1927 cuando se anunció la corrida que el día 25 torearía el maestro en Almagro (Ciudad Real). Formaban terna con Cagancho, Antonio Márquez y Manuel del Pozo, Rayito. Según parece ese día Cagancho fue desganado y cobarde, pinchando al tercer toro, y primero suyo, a la hora de matar, en el cuello, y después en el brazuelo, lugares ambos absolutamente vedados.
Peor suerte corrió con su segundo toro, el sexto de la tarde, mucho más bravo. El tercer aviso, signo de que el toro es devuelto al corral porque el torero es incapaz de matarlo, sonó mientras Cagancho seguía intentando matar al animal desde detrás de la barrera. Lo hacía pinchándole en los costados, en los brazuelos, en cualquier lugar menos allí donde ha de hacerse según marca la ortodoxia del arte. Aquellos de los subalternos que se atrevían a saltar a la arena lo hacían con sus espadas debajo de las muletas, se acercaban al toro y le pinchaban también, alevosamente, en cualquier parte. Se dice que a aquel toro no lo mataron; lo asesinaron.
Así pues, el torero salió escoltado por la Guardia Civil, habiendo tenido que intervenir incluso un destacamento de Caballería del Ejército, para apaciguar los ánimos de un tendido en el que se vivió una bronca histórica.
De esta forma lo relata la crónica de ABC: «Sexto. Grande y con buenas defensas. De salida siembra el pánico entre la torería. Cagancho huye, y el público protesta ruidosamente. Mal picado y peor banderilleado, pasa a manos de Cagancho. La faena de este torero incomprensible es un espectáculo lamentable. Huye ante el toro, pincha como puede y donde puede, agujereando al bicho por todas partes, presa en todo momento de un pánico indescriptible. La bronca es ensordecedora. (…)
El público le apostrofa. (…)
Rayito descabella, y Cagancho es conducido a la cárcel, en medio de una gritera inenarrable. No puede darse nada más vergonzoso.
Por algo se empieza, pero el desaguisado urbanístico de Torrevieja no tiene una solucion sencilla, cientos de solares y casas en ruina o semirruina abandonadas, intercaladas entre modernos edificios, no dan una buena imagen.